Muchas veces la solución a los problemas que más nos preocupan se encuentra mucho más cerca de lo que creemos. Y la naturaleza vuelve a aparecer ante nuestros ojos como una fuente de sabiduría que, en combinación con el ingenio, puede ofrecer las respuestas que estamos buscando.
Éste es el caso de un grupo de investigadores peruanos que, frente al conocimiento de que en la selva, el 42% de la población rural (*) no tiene acceso a la energía eléctrica, han desarrollado la “Plantalámpara”, un modelo de aplicación que combina la producción de energía limpia y sostenible a partir del uso de las plantas de la zona.
Tanto docentes como alumnos de la UTEC (Universidad de Ingeniería y Tecnología) de Perú formaron parte del proceso de investigación y desarrollo de este proyecto.
El dispositivo que crearon representa una solución sostenible al problema de la falta de luz en el caso particular de la comunidad de Nueva Saposoa, que vive en selva de Ucayali, la zona rural donde existe la tasa más baja de acceso a la energía eléctrica.
El problema de suministro eléctrico en la zona se vio producido y dificultado por las inundaciones que sufrió la zona y la falta de vías de acceso a las regiones afectadas. Por otro lado, también implicó otros problemas ambientales y de salud debido al uso de mecheros con aceite de automóvil o petróleo que desprendían gases dañinos y contaminantes durante su uso.
La “Plantalámpara” es un macetero de madera que cuenta con un sistema de riego protegido, donde se coloca tierra y una planta. De esta manera, y aprovechando el proceso de fotosíntesis, la energía que se libera a través de la tierra es usada como combustible para encender una lámpara; generando un tipo de energía completamente limpia y renovable.
En la etapa de investigación se tuvo en cuenta la calidad del suelo, el agua utilizada y las plantas a elegir para utilizar. Ésta debía ser de una especie que se caracterizara por su durabilidad, fácil reposición y tamaño apropiado, entre otros aspectos.
En la fotosíntesis, las plantas absorben dióxido de carbono del ambiente, luz del sol, agua y minerales de la tierra; a través de lo cual obtienen los nutrientes que necesitan para crecer. El excedente de este proceso es arrojado por la planta a la tierra e interactúa con microorganismos mediante un proceso electroquímico que genera electrones.
El artefacto creado capta esos electrones a través de electrodos y los conduce a una batería que permite producir una lámpara de bajo consumo.
De esta manera, es posible generar luz durante dos horas, e incluso puede recargarse de forma natural.
Fuente: La Bioguía
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