La buena noticia del estreno de “buscando a Dory” se queda reservada exclusivamente para el mundo terrestre, ya que el previsible éxito que tendrá la cinta podría acabar afectando a la vida bajo el agua.
El siguiente mes se estrena una de las secuelas más esperadas del universo Pixar: Buscando a Dory, el spin off de la película Buscando a Nemo. La buena noticia se queda reservada exclusivamente para el mundo terrestre, ya que el previsible éxito que tendrá la cinta podría acabar afectando a la vida bajo el agua.
En 2003 la primera parte de la película en la que un pez payaso papá recorría los océanos en busca de su hijito perdido fue todo un éxito, sin embargo, también fue completamente malinterpretada por la mayoría de sus espectadores. Mientras que uno de los mensajes que intentaban transmitir sus creadores era animalista, mostrando como alejar a un animal de su hábitat natural puede provocarles sufrimiento, una fiebre por adoptar peces payaso se extendió entre la gente.
A medida que la venta de peces payaso aumentó en las tiendas de animales, el número de ejemplares en los arrecifes de coral, su hábitat natural, descendió drásticamente. Por ello, conservacionistas australianos han advertido del peligro que puede suponer para la Gran Barrera de Coral australiana, y para cualquier otro lugar, una fiebre similar.
“El 90% de los peces de los acuarios provienen de la naturaleza salvaje. Además, los habitantes de los corales ya tienen suficientes problemas debido al calentamiento del agua y a la acidificación del océano provocada por el calentamiento global. Lo último que necesitan es que se los lleven de los corales”, ha declarado Carmen da Silva, coordinadora de la fundación Saving Nemo.
Los coordinadores están muy preocupados por la popularidad que pueda alcanzar el pez cirujano azul (la especie a la que pertenece Dory) puesto que este pez no se puede criar en cautiverio y, para su venta, únicamente podría ser arrebatado de los océanos.
Con el objetivo de evitar la situación, la fundación ha creado un hashtag: #FishKiss4Nemo con el que, además de correr la voz, quieren llamar la atención de Ellen DeGeneres, dobladora del olvidadizo personaje en su versión original.
Un millón de besos para Nemo es el nombre de la campaña y para contribuir solo es necesario subir a las redes un selfie poniendo morritos de pez. La organización quiere recaudar un millón de fotos. Tal vez parezca naif comparado con la gravedad del asunto pero el triunfo de la campaña es vital para proteger al pez cirujano azul.
Fuente:PlayGround
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