El café es una de las bebidas preferidas por la mayoría e incluso resulta ser indispensable para la vida diaria, pero hay un café en específico que dicen es delicioso y está catalogado como el más caro del mundo, sin embargo alberga un secreto que no todos quisieran conocer.
Es el café más costoso del mundo, y se prepara con popó. Mejor dicho, se prepara con granos de café parcialmente digeridos, y luego defecados por las civetas, animales que se parecen un poco a los gatos. Una taza del café conocido como kopi luwak puede costar hasta 80 dólares en Estados Unidos.
La civeta tiene la cola larga como los monos, marcas faciales semejantes a las del mapache, y el cuerpo cubierto de franjas o manchas. Desempeña una función importante en la cadena alimenticia, pues se alimenta de insectos, reptiles pequeños, y frutas como bayas de café y mangos, y a su vez, es alimento de leopardos, serpientes grandes, y cocodrilos.
El llamado “café civieta” presagió buenas cosas para estos animales. Sucede que la civeta de las palmeras invade las granjas comerciales de frutas, de modo que suele considerarse una plaga en Indonesia, pero gracias al desarrollo de la industria de kopi luwak, los lugareños empezaron a proteger a estos mamíferos por su valioso excremento.
La razón por la que se realiza este proceso es que las enzimas digestivas de las civetas cambian la estructura proteica de los granos de café, lo cual elimina algo de la acidez y permite preparar una bebida más suave.
Debido a la creciente fama del café de civeta, e Indonesia se vuelve un destino popular entre los turistas que quieren ver e interactuar con la fauna, cada vez más civetas salvajes terminan enjauladas en las plantaciones cafetaleras. Esto se debe, en parte, a la producción del café; pero también porque se puede generar mucho dinero con los turistas curiosos por conocer a las civetas.
De acuerdo a investigadores de Wildlife Conservation Research Unit, de la Universidad de Oxford las civetas no tiene una calidad de vida apropiada, ya que algunas civetas estaban muy adelgazadas debido a que restringían su dieta a solo bayas de café, el fruto que envuelve al grano. Otras tenían obesidad, porque no podían moverse libremente. Y unas más estaban intoxicadas con cafeína, afirmó D’Cruze. Pero lo más terrible era el piso de alambre donde muchos animales tenían que pararse, sentarse, y dormir el día entero. “Si siempre estás parado en esa malla de alambre, vas a desarrollar úlceras y abrasiones; “no tienen adónde ir para evitar ese piso” acusó D’Cruze.” Es una fuente de dolor e incomodidad constante e intensa”.
Según los expertos, parte de lo que hace tan especial a kopi luwak es que las civetas salvajes seleccionan y comen solo las mejores bayas de café. De modo que mantenerlas en jaulas y alimentarlas con cualquier baya resulta en un producto inferior.
Fuente:National Geographic.
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