Los víveres están marcados con frases de apoyo
Algunos de los víveres que los ciudadanos donaron para las personas damnificadas por el terremoto del pasado 19 de septiembre se están vendiendo en tianguis y puestos callejeros en la Ciudad de México y los límites con el Estado de México. Además, la mayoría de estos lugares son insalubres, debido a que los comerciantes colocan su mercancía en el suelo.
Para documentar esto, el periódico La Jornada llevó a cabo un recorrido por varios mercados sobre ruedas ubicados en las delegaciones Gustavo A. Madero, Iztapalapa y el municipio de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, donde se observó que ciertos puestos vendían latas de frijoles, atún, chiles, papel higiénico, agua, aceite, harinas, sopas, artículos de aseo personal y jugos, entre otros, que se comercializaban entre cinco y 30 pesos.
Casi todos estos productos estaban marcados con un plumón negro con la palabra “donado”, además de diferentes frases de apoyo. También los códigos de barras fueron sellados para evitar su venta en centros comerciales, también había latas con tinta borrosa, ya que intentaron borrar las expresiones.
Según este diario, los tianguis están ubicados en colonias como Santa Cruz Meyehualco, Texcoco o el Bordo de Xochiaca, en donde las personas veían los artículos con incredulidad, aunque ninguno se atrevió a preguntar la procedencia de los mismos.
Por ejemplo, dos jugos de medio litro costaban 15 pesos; dos latas de atún, 15; aceite, 20; tres botellas de agua, 10; papel higiénico, 20; lata de frijoles, 10 pesos.
Para evitar este tipo de situaciones, en varios centros de acopio pidieron utilizar las redes sociales para verificar que los víveres y la ayuda humanitaria realmente llegaran a manos de los damnificados. Así, mediante estas redes los mismos usuarios hicieron un llamado a la sociedad para marcar los insumos donados a fin de que no fueran usados en campañas políticas.
Otras de estas prácticas son el decomiso de víveres, lo cual ha sido denunciado por los damnificados que viven en casas de campaña de manera temporal en el albergue del Parque Patolli, en Iztapalapa, quienes lamentaron que las autoridades delegacionales se queden con las donaciones para luego entregarlas a comerciantes sin escrúpulos.
También acusaron que repartieron agua embotellada de casa en casa a personas que ni siquieran las necesitaban. Pero no sólo eso, agregan que luego de dos semanas la delegación los quiere desalojar y reubicar.
Además, los vecinos de la Unidad Habitacional Concordia Zaragoza, en Santa Martha Acatitla, instalaron casas de campaña porque desalojaron sus departamentos debido a que la infraestructura de los inmuebles resultó dañada.
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