Hace algunos días, Felipe Calderón, presentó un libro escrito por el mismo, en el que relata los retos que enfrentó siendo presidente y las acciones de su gobierno para enfrentar dichas complejidades en el país. Con una actitud naturalmente narcisista y con el tradicional cinismo sistemático de los militantes de la ultraderecha, Felipe hizo comentarios acerca de los recientes escándalos panistas y señaló la decadente condición ideológica del partido de las “buenas” costumbres y la doble moral.
Si algo podemos constatar con su figura, es la putrefacción moral del PAN, la corrupción y el compadrazgo reinante en la institución. El Calderonato nos dejó claro que la crisis institucional no se limitó a las fronteras partidistas, sino que se extendió socialmente por todo el país. Sería un error garrafal no incluir a Calderón Hinojosa dentro de los personajes encargados de prolongar el Oscurantismo Mexicano.
*Esta columna refleja sólo el punto de vista de su autor
POR: Manuel Tenedor
@ManuelTenedor
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