Por Pablo Montaño
En el incendiario arranque de año que estamos viviendo tenemos un debate pendiente. Las redes sociales están permanentemente inundadas de comentarios, iniciativas, mentadas de madre, opiniones, alternativas y corajes; nos moleste o lo celebremos, el gasolinazo ha tocado fibras sensibles que no lo habían hecho otros sucesos, muchos de ellos brutalmente más graves. Sin embargo, en el gran debate que se ha generado, el medio ambiente resulta una preocupante omisión. Se menciona de rebote y como barato recurso por parte de la Presidencia y los defensores del gasolinazo. Como si el incremento del combustible por sí solo, bastara para incentivar un rebasado y deficiente transporte público. Lejos de incluir el tema, se ha usado como una tímida bandera para justificar una corrupta y negligente administración de los recursos del país.
A esta desesperada defensa de un PRI que se enreda entre una forzada empatía y no hacer nada, porque no puede hacer nada, se suman una infinidad de voces con propuestas y alternativas para la nueva crisis que tiene mucho de lo podrido de siempre. Tristemente, muchas de estas alternativas están plagadas de mentiras y oportunismos: subsidiar gasolina, recortes de impuestos, quitar fotomultas, cualquier cosa es buena para alcanzar un titular y algunos aplausos. Afortunadamente, también surgen aquellos (como Pedro Kumamoto con #SinVotoNoHayDinero) que piden un esperado recorte al obsceno gasto de partidos políticos o la eliminación de abusivas prestaciones como iPhones 7 para los funcionarios del Instituto Nacional Electoral o vales de gasolina para los legisladores de ambas cámaras. Sin embargo, en plena crisis originada por un combustible fósil, nos resistimos a debatir sobre el medio ambiente.
Se desperdicia una oportunidad de promover un cambio radical hacia otras formas de producir energía y de trasladarnos, habitar nuestro entorno de forma menos dañina. La postergación de este debate ya nos está costando, vidas y recursos (bajas de rendimiento agrícola y sequías). Sería este el momento ideal para escuchar que algún gobernador impulsará la construcción de una planta solar, una red de tranvía eléctrico o la modernización y ampliación de su red de transporte público. Para este punto, cualquier propuesta que relacione gasolina con cambio climático, es bienvenida.
@Pabloricardo2
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