El aumento en la dieta de los diputados argentinos pone en evidencia la desigualdad en los salarios.
Argentina cerrará el año con el 40 por ciento de inflación, cantidad que no representa un problema para sus diputados y senadores.
El país pasa por un momento en el que su gobierno se niega a discutir el aumento salarial de con sus sindicatos, es por eso que los legisladores cobraron un 47 por ciento más en sus nóminas el mes de octubre.
Los legisladores no disponen personalmente de sus salarios, sino que se duplican el precio de sus asignaciones extraordinarias, como los pasajes de sus aviones y cargos por sus presentaciones.
Ante tales acciones, el diputado del Frente Izquierdista, Néstor Pitrola denunció los hechos considerados como repudiable: “vivimos en una situación de recesión económica complicada, con 200 mil despidos y un tarifazo que ha dolarizado los servicios públicos. El contraste es obsceno, inmoral”.
Si se junta el salario y los ingresos extras, un legislador argentino gana alrededor de 8 mil 200 dólares, es decir, más de 15 salarios mínimos, equivalentes a 537 dólares.
El salario de los legisladores se convirtió en un importante tema de discusión por el panorama económico en América Latina actualmente.
Por lo anterior, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en Argentina dio a conocer el lunes su índice de actividad industrial, con una caída del 13.1 por ciento en la construcción, que es su principal motor de empleo.
Aún con sus bajas, los salarios de los legisladores de Argentina no son tan altos a comparación de los de otros países Latinoamericanos.
El listado lo encabeza Brasil, donde sus diputados y senadores tienen un sueldo de 10 mil 500 dólares mensuales, sin contar los 25 mil que reciben para cubrir los gastos de telefonía, vivienda y seguro médico y otros 28 mil para pagar a sus asesores.
El salario mínimo de Brasil es de 250 dólares.
En el segundo lugar de la lista de legisladores más remunerados está Chile, quienes disponen de un salario 10 mil 200 dólares libres de impuestos, sin agregar los gastos para sus oficinas parlamentarias, teléfonos, gasolina, autos, vuelos y otros materiales que corren a cuenta del Congreso.
Sigue Colombia, remunerando a sus legisladores con 9 mil 400 dólares al mes, mientras, el salario mínimo del país es de 234 dólares.
En seguida de Colombia está México quienes otorgan un salario a sus legisladores de 7 mil dólares que asciende a los 15 mil al ser agregadas las prestaciones extraordinarias. Sin embargo, el salario mínimo de un mexicano es de los más bajos de latino américa con 100 dólares.
Hay países como Argentina Ecuador y Paraguay donde sus legisladores reciben aproximadamente 5 mil dólares.
Por ejemplo, un diputado ecuatoriano que no viva en la capital recibe un bono de 700 dólares para pagar un pasaje de avión y sus vivienda.
Pitola exigió que “las compensaciones con otros reflejan el mismo nivel de desigualdad que hay en Argentina. Nosotros decimos que un legislador debe cobrar cuatro salarios mínimos y si quiere cobrar más, que suba ese salario mínimo”.
Fuente: El País
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