La clave del éxito es hacer fácil hasta lo extraordinario. Pero, ¿Cómo hacerlo?
Comenzar un negocio en la cocina de tu departamento de 60 metros cuadrados y ganar el premio Entrepreneur of the Year al año siguiente. Soñar con ganar los premios grandes de programas de concursos televisivos y conseguir un récord 3 de 3. Crear el trabajo de tus sueños y ganar el premio Trip Advisor mientras vives de comer, platicar y pasear con la gente. Duplicar tu sueldo en menos de 3 meses aprendiendo negociación estratégica. Pensar en tener una carreta de jabones artesanales en un centro comercial y terminar dos años después siendo un gran distribuidor para el sur de EU. Construir una cabaña con tus propias manos en 6 meses sin tener un peso el día uno. Vencer el miedo y vender todos los espacios de una expo internacional, que no se ha hecho nunca, sin haber nunca vendido nada… y todo hacerlo desde cero puede ser verdaderamente fácil de hacer.
Esto sucede al construir la realidad personal mediante estructuras procesales simples, actuando constantemente en cosas sencillas mental, emocional y físicamente.
Es verdaderamente sencillo; según Alejandro Meza, coach fundador de Impulso Humano México, así lo narran distintas personas a quienes ha ayudado a crearlo desde cero. Según explica, más del 98% de todo lo que se hizo fueron acciones simples.
La realidad se define por 3 estados: emocional, mental y físico, y sólo se debe trabajar en los tres, llevando a cabo acciones simples mientras se camina. Es ésta la única forma en que la realidad se crea: alineando la mente, la emoción y las acciones en una sola dirección, lo cual es relativamente sencillo.
Y no importa que nunca hayas hecho nada, porque, al final, para todos puede existir la grandeza; sólo tienes que pararte de tu asiento y reclamarla.
No digo que no implica ningún esfuerzo, tampoco, pero lo que sí sé y te puedo decir por experiencia es que es mucho, pero mucho, muchísimo más fácil de lo que tú crees.
La clave está en examinar en los 3 estados para la creación de la realidad. Con ejercicios emocionales, mentales y físicos (acciones simples).
La realidad es que muchas veces lo que tenemos que hacer es fácil, pero desde una perspectiva y forma que nunca lo hemos hecho.
Los grandes resultados se dan al realizar algo fácil, pero que nunca hemos inentado. Por ello, lo que crees difícil, no es más que una quimera mental, una falsedad a la que le das justificaciones para no dejar salir la grandeza interna, para no detonarla, para no sacar la creatividad o las posibilidades.
A veces la clave es fácil: quiero que hable todos los días con alguien a quien no conoce y le pida una cita o verle para mostrarle algo con lo que se puede beneficiar.
Es hacerlo fácil, porque –como le dije a la señora aquel día– si yo le pido hacer 40 llamadas diarias, al cuarto día me manda a la fregada. Prefiero terminar el año con 300 clientes potenciales nuevos que con una persona que cree que estamos haciendo algo muy difícil.
A veces el punto es hacer algo “lo suficientemente fácil” como para que sea verdaderamente difícil no hacerlo, y si nos acostumbramos a ello, que es algo relativamente sencillo, la grandeza saldrá de nosotros.
Todo se construye y es fácil construirlo cuando se trabaja en el plano mental, emocional y físico.
Fuente: Forbes
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