En su mayoría, personas de la tercera edad acuden a la Central de Abastos a recolectar fruta y verdura
Algunos llegan desde las 3 o 4 de la mañana para empezar su recolección y llevar comida a casa
A consecuencia de la pandemia de Covid-19, hombres y mujeres de la tercera edad acuden a los basureros de la Central de Abastos para pepenar fruta y verdura que se tira por toneladas todos los días.
El número de visitantes que acuden a los basureros del que es considerado como el mercado más grande del mundo, incrementó a raíz de la crisis económica por la pandemia.
“Solo basta con que le des una limpiadita con jabón y ya está. Ni modo que nos quedemos con hambre y venir aquí ya nos ahorra mucho en esta crisis. Están en buenas, solo que muchos de los del mercado las tiras porque están magulladas y la gente no las compra”, dijo María Luisa, una mujer de la tercera edad.
Ella llega desde las 9:00 de la mañana para recolectar las mejores frutas y verduras, que por toneladas, se tiran en los basureros, “ahorramos y nos salva de morir de hambre, porque aquí sale para comer bien”, aseguró.
Un reportero de El Universal le preguntó a doña María cada cuándo visita la Central de Abastos desde inició la pandemia, a lo que respondió:
“Antes venía cada 15 días, un mes, ahora vengo cada semana o cuando se necesita. No vivo lejos, vivo aquí arriba de la delegación”.
Así como ella, media docena de personas se reúnen para buscar y encontrar las mejores frutas y verduras todos los días.
“Aquí no come quien no quiere, desde hace cuatro meses vengo y las verduras están buenas, no me he enfermado. La situación está difícil, pero con venir aquí nos ayuda a no morirnos de hambre”, manifiesta Juanita, otra mujer de la tercera edad.
De acuerdo con Miguel Izaguirre Montes, de 39 años, cuando saca a tirar botes llenos de cilantro que ya no se vende “porque ya no está bueno”, no lo avienta junto a la basura con la finalidad de que otras personas puedan llevárselo.
Añadió que hay gente que llega desde las tres o cuatro de la mañana y recogen lo que encuentran, “aquí se ahorran la comida y hay hasta quienes las venden, sacan para la renta”.
A pesar de que una pala mecánica pasa para llevarse todo el desperdicio, no tarda mucho para que más gente vuelva a tirar cebollas, pimientos morrón, cilantro, entre otros, en buen estado y nuevamente las personas comiencen a recolectar.
Sé parte de la conversación