Comerlas frecuentemente generan daños en el organismo a largo plazo
Investigadores de la Revista Americana de Nutrición Clínica realizaron un estudio para conocer los hábitos alimenticios de cada persona y determinar si existe un vínculo entre el consumo de papas fritas y la mortalidad.
Para realizar este estudio, los investigadores consultaron el consumo de papas en 4 mil 440 participantes de entre 45 y 70 años de edad, de los cuales 236 murieron a lo largo de la investigación.
Luego de determinar otros factores como la educación, la raza, los ingresos, el consumo de alcohol y el ejercicio, los investigadores concluyeron que las personas que comen papas fritas más de dos veces a la semana tienen mayor probabilidad de morir más rápido.
Al respecto, el Consejo Nacional de la Papa, con sede en Washington, declaró en un comunicado que dicha investigación contiene datos erróneos e importantes errores metodológicos.
De acuerdo con la organización, las personas que participaron en el estudio ya tenían padecimientos como la osteoartritis y problemas en las rodillas, por lo que no es válido determinar que por consumir papas fritas hayan muerto.
Además, dicho estudio no recopiló todos los hábitos alimenticios de las personas durante los ocho años que duró la investigación. Los participantes solo registraron el cuestionario por un año.
Al respecto Marion Nestle, profesora de nutrición y salud publica de la Universidad de Nueva York, explicó que este estudio señala que las papas fritas están asociadas con una mortalidad un poco mayor, pero eso no significa que causen la muerte.
“Las personas que comen un montón de papas fritas podrían tener otras prácticas de estilo de vida poco saludables, como tener peores dietas, no hacer ejercicio o fumar o beber más”, puntualizó.
La asociación de muerte con el consumo de papas fritas no es válida, ya que no solo el alto consumo de alimentos fritos o con grasa generan a la larga daños en el organismo. Así que el secreto consiste en no comer papas durante tiempos prolongados.
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