La Reforma Energética es la más ambiciosa de la administración de Enrique Peña Nieto y abre la puerta a la inversión privada en el sector energético, en particular el petrolero.
Pero tiene puntos débiles, según analistas. Por ello, presentamos sus pros y contras:
Lo bueno
–El dictamen incluye los contratos de producción compartida y licencias.
–Permite mayor apertura en materia de energía eléctrica para que particulares entren en la generación y comercialización.
–Suprimir los puestos que tiene el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) dentro del consejo de la paraestatal es una señal positiva en la percepción internacional.
Lo malo
–Faltan detalles jurídicos.
–No hay condiciones idóneas de competencia. El Estado seguirá teniendo la rectoría del sistema eléctrico nacional y el marco regulatorio caerá en la Secretaría de Energía (Sener).
–Reducción del poder del STPRM no es sustancial.
Lo feo
En el decreto se aprobó la creación de un fideicomiso público llamado Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, el cual percibirán los ingresos derivados de los contratos y asignaciones para diversos rubros, como disminuir los pasivos en los sistemas de pensiones y para investigación en ciencia y tecnología. Pero su diseño en México puede provocar conflictos de interés, ya que su comité estará integrado por integrantes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Fuente: Aristegui Noticias
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