Hacer rompecabezas es beneficioso para adultos y niños, por ejemplo, los más pequeños desarrollan la coordinación motriz fina.
Además, los niños deben visualizar el espacio donde tienen que colocar una pieza, lo que ayuda tanto a la coordinación motriz fina del ojo, como en el desarrollo de la medición de los espacios y la visualización.
Este pasatiempo también ayuda para trabajar la paciencia. No es fácil lograr encajar de manera correcta dos piezas, tampoco es algo rápido.
Por otra parte, cada vez que unimos piezas, mejora nuestra capacidad de resolver problemas. Se debe razonar cuál de todos los pedacitos podría encajar de manera perfecta en el espacio.
Por último, es una excelente opción para subir la autoestima de las personas. Y es que ver finalizado un rompecabezas genera una satisfacción enorme en quien lo armó.
Fuente: Hoy Verde
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