Errores en la investigación podrían absolver al hombre
El hombre confesó haber asesinado a la adolescente y fue a prisión en 2014
El 24 de mayo de 2011, fue la última vez que la familia de Ariadna, joven de 13 años radicada Tamuín, un municipio de San Luis Potosí, la vieron con vida.
Aunque reportaron su desaparición horas después, los policías ministeriales los ignoraron argumentando que “Se fue con el novio”.
El 11 de junio de 2011 el cuerpo de la niña fue hallado en un cañaveral, con signos de violencia sexual y física. Según la autopsia, murió por asfixia.
Fue en julio de 2014 que un exmilitar de 43 años, de nombre Filiberto Hernández fue detenido por el ataque a una mujer de 32 años, para luego confesar que había sido el agresor de Ariadna.
Una de las declaraciones de Hernández dentro del expediente dice que la niña “se defendió con uñas y dientes. Le tuve que pegar en la cabeza”.
El hombre detalló la forma en que raptó a Adriana, cómo la agredió y el lugar donde había enterrado sus restos.
Aunque el hombre fue procesado por asesinato y está recluido en el penal de Durango, donde enfrenta el proceso penal por tres asesinatos más, estos hechos podrían quedar impunes.
Hernández declaró que durante el proceso dijo ser víctima de tortura y que el Ministerio Público estatal había omitido pruebas en la investigación, por eso, en diciembre pasado fue absuelto del asesinato de Adriana y podría ser liberado si se aplica el mismo precepto para los otros casos.
Uno de los errores que podría absolver al asesino, es que aunque el hombre confesó cinco asesinatos, los casos no están relacionados entre sí y cada uno está siendo investigado bajo diferentes criterios.
Fuente: Animal Político
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