Los indígenas aseguraron que el despojo ha acarreado varias consecuencias ecológicas y la muerte de 15 miembros de su comunidad
Además, hicieron un llamado a respetar su cosmogonía como ellos respetan la Constitución y las leyes mexicanas
Indígenas wixárikas de Nayarit denunciaron la venta de 100 hectáreas de un área que se encuentra incluida en la Red Mundial de Sitios Sagrados Naturales por la UNESCO y Área Natural Protegida por el gobierno mexicano.
A través de un comunicado, el Consejo Wixárika de Nayarit explicó que desde el 2011, durante los gobiernos de Felipe Calderón y Roberto Sandoval, se fue implementando el despojo.
Explicaron que fue J. Guadalupe González Rentería quien solicitó al entonces presidente y gobernador que “desincorporara del dominio público de la Federación” los terrenos localizados en la zona conocida como Playa del Rey, municipio de San Blas, y que abarca la Isla del Rey, “Tatei Haramara” para los wixárikas.
Esta situación originó que cinco manantiales aledaños al área sagrada se secaran. Los denunciantes señalaron que la zona fue adjudicada a los complejos turísticos Desarrollos Turísticos Aramara y Desarrollos Turísticos Paraíso del Rey.
Además, los indígenas acusaron al exalcalde de San Blas, Hilario Ramírez Villanueva, conocido como “Layín”, y a su sucesor Cipriano Pacheco Peña de autorizar la operación de dichas empresas, ya que, presuntamente, ambos serían inversionistas de las empresas turísticas, junto con Leopoldo Espinoza González, J. Carmen Espinoza González, Francisco Javier Ramírez Cruz y Héctor Villegas Orozco.
En la misiva detallaron que a partir del despojo de las 100 hectáreas de “Tatei Haramara”, otras dos hectáreas, 8.3 y 3.5, que originalmente pertenecían a territorio wixárika, fueron cedidas “a una comunidad que no es indígena”, en Nueva Villa de San Blas, tras un presunto acuerdo con la extitular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Nuvia Mayorga.
Ante los despojos de tierras, el Consejo indígena reclamó los terrenos de La Isla del Rey como pertenecientes al pueblo wixárika y desconoció los acuerdos por los que fueron otorgadas 3.3 hectáreas a personas no indígenas. Asimismo, solicitaron la solidaridad nacional e internacional.
Esto debido a que el despojo de la zona sagrada ha acarreado varias consecuencias ecológicas, así como a la salud de la comunidad, pues hasta el momento se han registrado 15 fallecimientos en una de las 19 comunidades afectadas.
“La falta de acceso a agua en los manantiales ha alterado el ciclo del agua y, a partir de 2013, los ojos de agua se han ido secando, al no tener acceso al abastecimiento, las comunidades se acercan a los ríos que ya están contaminados con aguas negras y combustible, provocando enfermedades graves en la piel y en órganos internos y la muerte de al menos 15 personas tan sólo en una de las 19 comunidades afectadas; entre los decesos, hay menores de edad”, explicó el Consejo wixárika.
Los inconformes también pidieron el apoyo del gobierno federal para que sean los wixárikas quienes puedan crear un corredor turístico, el cual respete los sitios sagrados y la naturaleza de la región, que siempre han tratado de mantener, ya que “los grandes empresarios quieren ser dueños para destruirlas con sus hoteles y sus minas, pero así dejaría de ser bella para convertirse en una esclava más del dinero”.
La comunidad wixárika tambien hizo un llamado a respetar su cosmogonía como ellos respetan la Constitución y las leyes mexicanas.
“El pueblo wixárika no está en contra de leyes ni gobiernos, no estamos peleados con los pueblos ni con sus creencias, respetamos de manera pacífica las formas de pensar, a los dioses y constituciones, es por ello que confiamos en las leyes”.
“Nosotros no desobedecemos las reglas, es por eso que nos preguntamos, ¿si nosotros respetamos, por qué ustedes no nos respetan a nosotros ni a nuestros siglos sagrados?”, reprocharon.
Además, advirtieron: “El pueblo wixárika no es violento, no queremos defender nuestras tierras con violencia, pero si es la única manera, ya sabremos nosotros lo que tendremos qué hacer”.
Coninformación de Proceso
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