También protegen el área de incendios y de la minería
Desafortunadamente, su buena voluntad no es suficiente para detener por completo a los cazadores
Comuneros de Villa Díaz Ordaz, Oaxaca, recorren 30 kilómetros para cuidar un área natural protegida de cazadores y de la minería, en específico para salvaguardar al puma y el jaguar.
El cerro Iglesia es una zona de conservación ambiental y se ubica a 2 mil 719 metros sobre el nivel del mar, en el poblado localizado a unos minutos de la capital oaxaqueña.
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Según un reportaje de El Universal, firmado por Lizbeth Flores, el área tiene 3 mil 148 hectáreas de territorio en donde viven jaguares, pumas, linces, tigrillos y venados.
Los comuneros y las cámaras de fototrampeo instaladas por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) confirman que hay todos esos seres vivos en la zona.
Pese a la distancia y a no tener suficientes herramientas, los 22 integrantes del Comité de Vigilancia, de entre 40 y 60 años de edad, recorren hasta 33 kilómetros en cada guardia.
“Para mí es importante el colaborar, es un servicio, seguir protegiendo los árboles y a todos los animales que habitan en el cerro”, aseguró Rodolfo Cruz Pérez, dirigente del Comisariado de Bienes Comunales, quien con huaraches y armado con un machete camina por el cerro Iglesia, el cual en zapoteco lleva el nombre de Danii Idoo.
Apreciar el medio ambiente es un elemento que promueve para liderar a su equipo el cual no sólo cumple las funciones de proteger la zona de la caza y la minería, también combate plagas e incendios forestales.
Los vigilantes sienten satisfacción al contribuir en la conservación de las especies de su localidad.
Pero su buena voluntad no basta para detener completamente a los cazadores, quienes armados y en la noche suben al área protegida, pues los comuneros no tienen armas, ni todas las herramientas necesarias
Por si fuer poco, la actividad minera representa otra amenaza, después de que a Villa Díaz Ordaz llegaran reportes de que una empresa extranjera estaba interesada en la explotación de minerales en el pueblo.
Los habitantes junto con el Comité de Vigilancia y autoridad local permanecen alerta para evitar esto, ante su determinación de cuidar labiodiversidad de su comunidad.
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