Durante su campaña presidencial, Enrique Peña Nieto se comprometió a regresar la tranquilidad a Nuevo León, reforzando a las fuerzas federales y dando apoyo a las fuerzas civiles para combatir la violencia.
Sin embargo, a casi la mitad de su sexenio, la violencia le ha costado a Nuevo León $114 800 000 000, y no ha disminuido.
La inseguridad en la entidad tuvo su mayor repunte a mediados de junio, cuando en sólo 48 horas fueron asesinadas más de 22 personas.
La región norte del país es la zona que mayor deterioro ha presentado en la última década, teniendo una baja en sus índices de paz del 40 por ciento.
Klaus Ortiz, director de Seguridad Corporativa de Alfa, señaló que los estados con deterioro en índices de paz exigen mayores costos en el tema de seguridad, como es el caso de Nuevo León.
El directivo de Alfa reveló que las empresas han tenido que instalar casetas blindadas, tener guardias armados -en lugar de recepcionistas-, elevar sus muros, y enviar camiones blindados y custodiados por las carreteras del país, entre otras medidas.
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