El robo de combustible se alimenta no sólo de la participación de los pobladores, sino también de trabajadores de Pemex
El robo del combustible es una actividad delictiva que causó pérdidas a Petróleos Mexicanos (PEMEX) por 30 mil millones de pesos en el 2016
El robo de combustible a través de tomas clandestinas se ha convertido en un problema grave en el estado de Puebla, mismo que ha derivado en el enfrentamiento entre el Ejército y huachicoleros.
De acuerdo con especialistas, esta problemática en la entidad es comparable con el narcotráfico que tiene lugar en otras partes del país.
El robo de combustibles se convirtió en parte de las actividades de cárteles como Los Zetas y El Cártel del golfo, quienes han diversificado sus actividades criminales en el país.
Los Zetas surgieron en 1999 como un brazo armado del Cártel del Golfo. 18 años después, el robo de combustible sigue sacudiendo en Tamaulipas.
“Mientras en Sinaloa el crimen circula en torno al tráfico de drogas, en otros estados tiene otros giros. En el centro del país mediante la toma clandestina de combustibles”, dijo Tomás Guevara Martínez, profesor de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Tras la muerte de una mujer en el municipio de Quecholac, quinientos pobladores prendieron fuego a llantas y bloquearon la autopista Puebla-Orizaba, acusando a los soldados de disparar sin razón contra civiles. En tanto que las fuerzas castrenses refirieron que los criminales se escudaron detrás de pobladores. No obstante, los habitantes han solicitado que las autoridades se vayan del municipio.
Esta actitud, de acuerdo con el profesor de la UAS, se debe a que las bandas criminales han optado por la inclusión de miembros de su población en estas actividades, contratando a locales para realizar una serie de funciones como halcones, guías y ayudantes, o bien dejando un beneficio económico para la población.
Según la profesora de la Universidad de Texas, Guadalupe Correa-Cabrera, “este tipo de localidades también se benefician de estas economías. Se requiere mano de obra para transportar el combustible robado. Para vigilar estas actividades, y ¿quiénes son las mejores personas para esto? Los locales”.
El robo del combustible es una actividad delictiva que causó pérdidas a Petróleos Mexicanos (PEMEX) por 30 mil millones de pesos en el 2016. Esto equivale al doble del presupuesto de la Procuraduría General de la República (PGR) en ese año.
Este negocio se alimenta no sólo de la participación de los pobladores, sino también de los compradores de gasolina clandestina y de trabajadores de Pemex. Diversas detenciones han dado cuenta de la participación en las tomas clandestinas por parte de personal de Pemex.
“Las tomas clandestinas no pueden ser sólo perpetradas por los narcotraficantes. Tiene que haber gente que trabajó o trabaja en Pemex. Y con anuencia de la dirección, esto no es una cosa de hoy, sino que se ha documentado desde Vicente Fox”, dijo la profesora.
Ante esta posibilidad, el Gobernador de Puebla, Antonio Gali anunció que la Fiscalía estatal investiga a empresarios, presidentes municipales, gasolineras y también, a “quien echa aguas”, por las numerosas tomas clandestinas.
“Estamos investigando empresarios, más presidentes, gasolineras, también a quien echa aguas, habrá detenidos de la sociedad, ese es el grado al que ha llegado este problema, que ha desintegrado familias”, dijo Gali al periodista Joaquín López Doriga en Radio Fórmula.
Una banda liderada por un ex agente de la Policía Federal, Carlos Alberto Fernández Montejo fue capturada en 2015. Sus ganancias por la venta de combustible ascendían a 30 millones de pesos al mes.
El descabezamiento de los carteles, como estrategia principal del Gobierno federal, derivó en la transformación de los carteles en células delictivas.
Las tomas clandestinas de combustible en Puebla han tomado relevancia, el Grupo de Coordinación Puebla Segura, informo en abril que un millón 768 mil litros han sido robados en el estado durante el 2017.
Fuente: Sin Embargo
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