Coca-Cola se convirtió en una víctima más de la inseguridad en Guerrero ya que cerró su planta en Arcelia debido a amenazas del crimen organizado.
Fomento Económico Mexicano (FEMSA), propietaria de Coca Cola, confirmó que decidió bajar las cortinas en su centro de operaciones de Arcelia porque no tiene las condiciones necesarias para seguir operando en la zona.
Empleados de la firma aseguran que criminales exigían a la firma 10 millones de pesos para que la dejaran seguir laborando.
“El miércoles 20 de mayo se suspendieron definitivamente las labores del Centro de Distribución en Arcelia, con base en la evaluación final de la operación de acuerdo con las condiciones del entorno”, dijo FEMSA en comunicado.
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