Desde hace meses, cientos de personas han acudido a la casa de campaña de AMLO para dejar sus currículos y conseguir trabajo, muchos de ellos son de la tercera edad y llevan años desempleados.
“No busco que me mantengan, simplemente una oportunidad de trabajo”
Por Leticia Hernández
Tal como mencionara reiteradamente durante su campaña y como parte de su plan de austeridad, el virtual presidente Andrés Manuel López Obrador buscará que ningún funcionario gane más que él y ya ha fijado su salario en 108 mil 248 pesos mensuales, cifra que representa solamente el 40% de lo que actualmente percibe Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con El Sol de México, actualmente 35 mil 833 funcionarios rebasan dicho tope y detalla que 22 mil 564 trabajan en la administración pública, mientras que 11 mil 722 lo hacen en el Poder Judicial, 977 en los órganos autónomos y 570 en el Poder Legislativo. Es decir, a todos ellos se les debería aplicar un recorte salarial.
Y es que apenas el pasado 15 de julio, el político tabasqueño presentó los 50 puntos que conforman los “Lineamientos Generales para el Combate a la Corrupción y la Aplicación de una Política de Austeridad Republicana”, entre los cuales se puede leer en el punto 22: “Se reducirá a la mitad los sueldos de los altos funcionarios públicos que ganen más de un millón de pesos anuales, tal recorte se aplicará de manera progresiva y proporcional, el monto ahorrado deberá ser equivalente al 50 por ciento del gasto actual”.
En México el desempleo pega más a quienes tienen un mayor nivel educativo
Un panorama complejo
Aunque el plan de austeridad no es la respuesta mágica a las problemáticas del país ni se traducirá en una elevación de sueldos para todos, e incluso podría no ser tan benéfica porque se traduciría en una menor recaudación fiscal, se daría en un momento en el que México vive un contexto complejo en cuanto a salarios y poder adquisitivo se refiere, pues solamente una pequeña élite percibe sumas sumamente competitivas que nada se comparan con las que recibe el ciudadano de a pie.
Según el estudio “México 2018: otra derrota social y política a la clase trabajadora; los aumentos salariales que nacieron muertos” de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en las últimas tres décadas la pérdida acumulada del poder adquisitivo es del 80.08%, esto significa que para octubre de 2017 una persona común debía laborar 24 horas con 31 minutos para poder costear la canasta básica. Para 2018, deben enfrentarse a múltiples gastos como alimentación, transporte y vivienda con un salario mínimo de 88.36 pesos diarios.
Aunado a esto, aunque Peña Nieto ha presumido en más de una ocasión que este es el “sexenio del empleo” con 3.6 millones de nuevos empleos de 2012 a 2017, la mayoría de la paga por dichos trabajos no alcanza para cubrir todas las necesidades básicas, pues de acuerdo con Forbes México, en el 74% de esta nuevas plazas no se paga más de 3 mil 842 pesos, es decir, este salario representa, aproximadamente, tan solo el 0.5% de lo que gana un Ministro.
Mientras unos se quejan, otros solo quieren trabajar
A pesar de que todavía faltan varios meses para Andrés Manuel López Obrador rinda protesta como el próximo presidente de México, cientos de personas ya comienzan a buscarlo para felicitarlo, pedirle ayuda con problemas legales y judiciales, apoyos de distinta índole e incluso trabajo.
Todos los días, desde mucho antes de los comicios del pasado 1 de julio, a su casa de campaña, ubicada en la colonia Roma de la Ciudad de México, arriban ciudadanos de distintas partes de la urbe e incluso del país para dejar sus currículos en espera de una oportunidad, si bien no en su equipo más cercano sí en aquello que saben hacer y que les permita reincorporarse al ámbito laboral, pues muchos de ellos son desempleados y superan los 40 años de edad, lo que dificulta aún más el poder conseguir un trabajo, según sus propias palabras.
“Por la edad te dicen que ya no califica uno”, expresa Mario Ruiz, un michoacano de 60 años, que acudió al mencionado lugar para dejar su CV, pues considera que “va a haber muchas oportunidades de trabajo y tengo experiencia (…) Yo no espero nada, solamente espero que las cosas cambien para México”.
Al señor Mario se suma Olga Manzo, de 52 años, quien lleva cinco años buscando trabajo y también se queja por la falta de oportunidades debido a su edad: “Por mi edad ahorita solamente me ofrecen empleos de limpieza o vigilancia, pero con sueldos de 3 mil pesos y ninguna empresa me quiere contratar porque tengo un crédito del Infonavit del que me quitarían 5 mil 500 pesos”, expresó tras entregar su CV al equipo de López Obrador.
Para esta señora, que vive de los 200 pesos diarios que gana por hacer limpieza en casas, es importante que el nuevo presidente se preocupe también por quienes tienen más de 50 años como ella, pues “es un tema que no lo ve nadie, que no le importa a mucha gente”.
Aumenta el empleo con Peña Nieto, aunque sólo el que es mal pagado
De acuerdo con personal de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que se encarga de recibir todos los documentos que la ciudadanía lleva para López Obrador, éste tiene conocimiento de todo lo que ocurre y ha pedido atender a la gente; además, informaron a Mientras Tanto en México, que ya se encuentran clasificando todo a la espera de recibir nuevas indicaciones del virtual presidente, por lo que ahora falta saber qué pasará con todos esos CVs que han llegado a su casa de campaña.
Entre esos documentos se encuentra ahora el de Gabriela Lemus, una mujer de 42 años con licenciatura trunca en contaduría y desempleada desde hace cuatro años, quien se vistió muy formalmente para poder llegar a Chihuahua 216 y entregar el CV que quizá, ahora sí, se transforme en el trabajo que tanto añora, pues ella no pretende conseguir dádivas, sino poder realizarse profesionalmente.
“No busco que me mantengan, simplemente una oportunidad de trabajo (…) No me voy a esperar al 100, voy a seguir buscando y esperar quizá una llamada para una entrevista laboral”, indicó.
Gabriela se muestra esperanzada con este cambio de gobierno, pues piensa que, si todos los ciudadanos ponen de su parte, se acaban los privilegios y la corrupción, todo estará mejor. “Creemos en él, que no nos falle, porque hay gente que está olvidada”, puntualizó.
Esta mujer es el claro ejemplo de que las esperanzas en el nuevo gobierno son muy altas, luego de los malos resultados que deja la administración de Peña Nieto y la poca confianza que generó en la ciudadanía, pues además de los conocidos y polémicos episodios que se han suscitado en su gobierno, también están presentes las promesas incumplidas, como aquella de 2012 en la que invitaba a los mexicanos a formar parte de su equipo de trabajo.
Durante el proceso de transición de dicho año, se lanzó una convocatoria para que los ciudadanos que así lo desearan subieran su CV a la página www.enriquepenanieto.com, pero años después parece que simplemente se trató de una estrategia fallida. De acuerdo con una solicitud realizada por la periodista Linaloe Flores, del portal SinEmbargo, al Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI), la Presidencia ha declarado “inexistentes” los resultados de dicho proyecto, así como el número de personas que participaron y aquellas que habrían sido contratadas. Es entonces que las preguntas surgen: ¿Qué pasará con los cientos de CVs que ha recibido el equipo de López Obrador? ¿Se contratará a alguno de los postulantes o en algunos años tampoco habrá datos al respecto?
Además, ¿qué pasará con todos esos currículos de adultos mayores? Y es que de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 66.1% de la población que tiene 60 y más años no es económicamente activa. Hasta el momento López Obrador solamente ha mencionado que durante su gobierno se otorgará una ayuda de mil 100 pesos mensuales para todos los adultos mayores de 65 años, pero no se ha hecho referencia a un plan de trabajo para este sector de la población, aunque sí se ha mostrado en favor de apoyar a quienes tienen menos edad, pues se tiene contemplado un ambicioso proyecto para la juventud, se trata del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, que beneficiaría a 2.6 millones de personas con educación, empleo y diversos apoyos sociales.
Mientras se despejan las dudas sobre cómo manejará la próxima administración federal los problemas de índole laboral, las personas continúan llegando desde muy temprano a la casa de campaña de López Obrador con la esperanza de que, ahora sí, todo cambie y puedan tener derecho a algo tan básico como es el trabajo.
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