A algunos les pagan 11 mil pesos pese a tener maestría
Más de cuatro millones de personas dedicadas a la ciencia no han encontrado trabajo en sus áreas
Cada vez más científicos y técnicos mexicanos se encuentran desempleados, inactivos o sobreviviendo en empleos que no están relacionados con la ciencia, al menos 4 millones 300 mil de un total de 11 millones 400 mil personas.
Esta cifra fue dada a conocer dentro del Informe General del Estado de la Ciencia, Tecnología e Innovación publicado en junio por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), y corresponde al 2015.
Lo anterior se da a pesar de que según el Conacyt, en dicho año el número de personas ocupadas en ciencia y tecnología aumentó 2.5 por ciento, al compararse con el año anterior, con lo que al final el porcentaje de la población económicamente activa en este campo subió a 12.9 por ciento.
El mismo informe señala que 3.6 millones de personas que se gradúan de carreras científicas en realidad se dedican a actividades comerciales, de servicios, educativas desvinculadas de la ciencia, la agricultura o la tecnología.
Debido a que cada vez hay menos oportunidades para los científicos, particularmente las nuevas generaciones, deciden dejar de lado la ciencia y comienzan a buscar otros medios para poder sostener económicamente.
Uno de estos casos, dado a conocer por Sci Dev Net, es el de Karla Sánchez Lara, quien decidió abandonar la investigación para instalar su estudio de pole dance. Ella terminó sus estudios en biología, pero al no conseguir empleo ingresó a la maestría científica en inmunología del Instituto Politécnico Nacional.
“Participaba en un proyecto para desarrollar un tratamiento contra la psoriasis, pero no había dinero ni siquiera para materiales básicos”, cuenta. “A veces, no sabía si los experimentos no salían por mi culpa o por los reactivos caducos con los que trabajaba. Salí muy frustrada”.
Después de hacer una estancia en un laboratorio privado, le ofrecieron 11 mil 700 pesos a pesar de contar con maestría.
“Paga mucho mejor dar clases [de pole dance]. Es muy triste. No creo que pueda tener un nivel decente de vida como científica”, señala.
Debido a esto, Víctor Carreón Rodríguez, director adjunto de planeación y evaluación del Conacyt, dijo que existe una gran necesidad de encontrar medidas que contrarresten la tendencia de desempleo de los científicos mexicanos.
“Hemos intentado averiguar por qué tenemos estas cifras”, dice. “Y hemos visto que el bajo nivel de inversión del sector privado genera que [las empresas] no contraten personal calificado en México. Los pocos científicos que sí contratan son empleados en administración y ventas. No se aprovecha todo su potencial”.
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