En México los recursos otorgados para las investigaciones en este ámbito son limitados
A diferencia de las celdas basadas en silicio, las de grafeno pueden ser ligeras, semitransparentes, flexibles y más económicas
Científicos del Centro de Investigaciones en Óptica (CIO) desarrollan celdas solares orgánicas a base de grafeno para alcanzar, por una parte, una mayor conversión de la energía solar a energía eléctrica y, por otra, una mayor estabilidad estructural de las mismas.
El grafeno está siendo analizado alrededor del mundo para ser aplicado en almacenamiento de energía, debido a sus propiedades de conductividad eléctrica y térmica sin precedentes.
A diferencia de las celdas basadas en silicio, las fabricadas con el llamado “material del futuro” pueden ser ligeras, semitransparentes, flexibles y más económicas.
Este proyecto forma parte del Laboratorio Nacional de Materiales Grafénicos (LNMG), cuya sede es el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) en Saltillo, Coahuila, que recientemente fue beneficiado con apoyos para la Consolidación de Laboratorios Nacionales del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
De acuerdo con el doctor José Luis Maldonado Rivera, integrante del Grupo de Propiedades Ópticas de la Materia (GPOM) del CIO, desde hace cuatro años en este centro público de investigación trabajan en la obtención de grafeno y variantes, caracterizándolos por medio de distintos métodos ópticos, químicos y espectroscópicos, con el propósito de aplicarlos en celdas solares orgánicas.
Este nanomaterial tiene distintas características, por ejemplo, es cien veces más resistente que el acero, es muy buen conductor de electricidad, es más ligero que el aluminio, pero además es muy flexible; tiene una transparencia de casi 98 por ciento y es un excelente conductor térmico.
Maldonado asegura que trabajan “en distintas técnicas y variantes de materiales grafénicos para utilizarlo en aplicaciones específicas. Particularmente en el Cideteq, bajo la coordinación del doctor José de Jesús Pérez Bueno, se planea usarlo en prototipos de celdas fotoelectroquímicas. En el CIO, con la coordinación de un servidor, lo estamos aplicando en el desarrollo de celdas solares orgánicas; mientras que en CIQA, trabajan en distintos métodos de obtención del grafeno a partir del grafito”.
Según comenta el científico, “la idea es fabricar celdas solares basadas totalmente en materiales grafénicos, en un futuro próximo, dejando atrás las de silicio, debido a que son ligeras, transparentes, flexibles y económicas”.
Para los investigadores mexicanos, es alentador que en el país se esté trabajando en este tipo de proyectos, pese a que cuentan con un presupuesto limitado para su desarrollo.
En México los recursos otorgados son relativamente pocos en comparación con lo que se destina en otras naciones para las investigaciones es está ámbito.
“Para esta tercera etapa se aprobaron recursos por 11 millones de pesos, de los cuales Conacyt puso cinco millones y el resto es aportado por los tres centros que participamos, siendo el CIQA el que mayor participación tuvo”, comentó Maldonado.
No obstante esta situación, el científico considera que “sí hay nichos de oportunidad y de uso en nuestro país. Para lograrlo se deben facilitar y disminuir los costos de producción de los materiales grafénicos con propiedades específicas en sus distintas variantes y mostrar su aplicabilidad en los distintos aspectos en que se está trabajando”.
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