Dichos ovarios fueron implantados con éxito en dos ratones hembras estériles
Con este estudio se abre el camino a devolver la fertilidad y la producción de hormonas en mujeres que tuvieron cáncer
Investigadores de la Universidad Northwestern en Evaston, Estados Unidos, fabricaron ovarios artificiales u “ovarios bioprotésicos” con una impresora 3D, usando gelatina como tinta.
Dichos ovarios fueron implantados en dos ratones hembras estériles y obtuvieron buenos resultados, permitiendo el normal funcionamiento de todo el proceso reproductivo.
Los ratones intervenidos aumentaron la producción de hormonas, fueron capaces de ovular y parir crías sanas a las que después pudieron amamantar.
La investigación fue publicada en la prestigiosa revista Nature Communications. En ella participaron investigadores de Estados Unidos, especialistas en el aparato reproductor femenino, reproducción asistida, cirugía, nanotecnología e impresión 3D de nuevos materiales.
El propósito de este nuevo método era devolver la capacidad reproductiva a ratones hembra de laboratorio a los que les habían extirpado los ovarios.
El objetivo inicial de este procedimiento es la creación de ovarios bioprotésicos para restaurar la fertilidad y la producción de hormonas, en mujeres que fueron sometidas a tratamientos de cáncer en edad adulta o sobrevivieron a un cáncer infantil, y que por tales efectos, padecen problemas hormonales en el desarrollo y un alto riesgo de infertilidad.
El “andamio tridimensional impreso” ejerce una tarea similar. Su geometría inspiró varias combinaciones de impresión. La meta era encontrar la mejor configuración para que los folículos ováricos, la unidad básica de la biología reproductiva femenina, de la que surgen los ovocitos y el óvulo.
Teresa K. Woodruff, directora del Instituto para la Investigación de la Salud Femenina de la facultad de medicina de Northwestern y co-autora del estudio, explicó lo siguiente: “Creemos que la forma determina la función. No está claro el porqué, pero claramente hay diferencias en cómo funcionan los folículos según sea su entorno”. La geometría elegida además de facilitar la adhesión, respeta la forma esférica de los folículos que se integraron al organismo de los roedores.
El uso de la gelatina en este proceso fue la clave, “la mayoría de los hidrogeles son muy débiles, ya que están compuestos principalmente de agua y a menudo se derrumban sobre sí mismos. Pero encontramos una temperatura para la gelatina que le permite ser autosuficiente, no colapsar y conducir a la construcción de múltiples capas. Nadie más ha sido capaz de imprimir en gelatina con una geometría tan bien definida y autosuficiente”, explicó Ramille Shah, profesora de ciencia de materiales de la Escuela McCormick de Ingeniería de la Universidad Northwestern (EE UU) y también co-autora del hallazgo científico.
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