Unos 30 migrantes lesionados es el saldo de los golpes y empujones de ayer entre integrantes del Viacrucis del Migrante y agentes de la Policía Federal y del Instituto Nacional de Migración.
Ayer, en el intento de impedir el paso de la caravana en el tramo carretero que comunica al municipio de El Espiral con Juchitán, las autoridades implementaron un retén que fue superado por los indocumentados.
El sacerdote Alejandro Solalinde Guerra reprobó esta acción violenta y dijo que es una prueba más de lo “inhumano que es el Plan Frontera Sur”.
El Viacrucis del Migrante, en el que participan 293 centroamericanos, se encuentra en las instalaciones del Foro Ecológico, de Juchitán, donde también hay presencia de peritos y defensores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quienes realizan entrevistas a los lesionados para recabar las quejas correspondientes.
Se prevé que para mañana viernes, el Viacrucis reanude su camino con destino a la ciudad de México.
Con Información de La Jornada
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