La campaña de difusión diseñada por Amnistía Internacional (AI) para concientizar a la sociedad mexicana sobre las 7 mil denuncias de tortura, los 22 mil desaparecidos y otras violaciones a derechos humanos, pretendía llegar a los más de 710 mil usuarios del Metrobús a través de carteles colocados en 22 estaciones, pero de último momento la compañía de publicidad “Cinco M Dos” frenó la publicación por considerar que se trataba de “contenido político” y determinó incrementar el costo del servicio.
Por tratarse de una organización no gubernamental, AI pagó una tarifa especial de 40 mil 600 pesos por la contratación de los espacios publicitarios en las líneas 1, 2, 3, 4 y 5 del Metrobús y Tren Ligero el 9 de enero de 2015, pero siete días después la empresa se retractó del convenio.
Perseo Quiroz, director Ejecutivo de Amnistía Internacional en México, explica a Animal Político que la empresa le notificó la negativa a cumplir con el contrato debido a que los carteles –que habían sido entregados con anterioridad- tenían “contenido político” y no altruista.
“Nos llamaron por teléfono y nos dijeron que siempre no podían porque tenían un contenido político y ellos tenían una relación con el gobierno del Distrito Federal, no podían poner ese tipo de imágenes. Nos sorprendió porque ya estaba hecho el pago y las imágenes habían pasado por una serie de filtros de diseño”.
Andrea Ramírez, gerente Comercial Administrativo de la empresa, lo explicó así en un correo electrónico: “El programa de responsabilidad que manejamos está enfocado principalmente a causas altruistas, por ello es que únicamente les cobramos el costo de producción (…) al revisar el arte de su campaña, nos percatamos que no está enfocado a ninguna causa social altruista, si no más bien tiene un carácter político, el cual ya no cubre con el perfil de organizaciones a las que apoyamos bajo este esquema”.
Por ello, agrega, “en caso de requerir el servicio tendría que considerarse como una campaña de iniciativa privada como cualquier otro cliente”, es decir, con la tarifa regular que asciende a 300 mil pesos mensuales. O en caso contrario, les podrían devolver el dinero.
“Nos parece que esto tiene un contenido de censura aunque no se diga de esa manera”, pues si pagar 30 mil pesos significa un esfuerzo, pagar 10 veces más solo está al alcance de partidos políticos o empresas transnacionales, advierte Quiroz.
Aunque la campaña estaba prevista del 15 de enero al 15 de febrero, hasta el momento, las partes no han llegado a algún acuerdo, pues ambos mantienen su postura. Sin embargo, hasta que Amnistía Internacional advirtió que emprendería acciones legales debido al incumplimiento del contrato, se pactó una reunión con los representantes de la empresa para el próximo lunes 9 de febrero.
Aunque este medio solicitó, vía correo electrónico, una entrevista con el representante de la empresa, no hubo respuesta.
En tanto, el 19 de enero inició la colocación de los carteles de AI en la línea 3 del Metro que va de Indios Verdes a Universidad, y por la que circulan aproximadamente 20 millones de personas mensualmente. Cuando los funcionarios del metro revisaron los carteles, solo advirtieron que se trataban de “imágenes fuertes” por lo que debían revisar si el contenido podría ser difundido. Al final, no hubo impedimento para la publicación.
La campaña
Ante las violaciones a los derechos humanos que ocurren en el país, documentadas por Amnistía Internacional, la organización emprendió una campaña en redes sociales para informar sobre los miles de casos de tortura, desapariciones y la violencia que enfrentan migrantes, mujeres y periodistas.
Pero el alcance es limitado, reconoce Perseo Quiroz, pues solo una parte de la población tiene acceso a internet y en cambio, miles de personas de todas las edades ocupan el transporte público todos los días, por lo que el impacto podría ser mayor. Por primera vez, dice, decidieron probar el esquema de difusión en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, Metrobús y Tren Ligero.
Los carteles “retratan la realidad de lo que estamos viviendo” y aunado a la denuncia, llaman a la acción, sobre todo después de que miles han salido a las calles en diferentes protestas por la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa.
En los carteles se lee la leyenda: “Alguien debería hacer algo. Yo soy alguien”. La idea es “invadir el espacio público con esta campaña”, advierte el representante de AI en México, pues uno de los temas preocupantes, a raíz de las movilizaciones masivas, es que “se ha tendido a criminalizar la protesta social”.
“Lo que queremos hacer es que si la gente está cansada de las marchas, hay que buscar nuevas alternativas de movilización y de llegar a la gente con esos mensajes y una de ellas es la transmisión de mensajes a través de estos carteles”.
Además, dice Perseo Quiroz, otro objetivo de la publicidad es informar sobre las acciones de AI, pues el próximo 6 de marzo lanzará una colecta para solicitar apoyo económico, pues “es fundamental porque nos permite mantenernos independientes a los Estados y otras entidades financieras. Nos permite tener independencia en nuestra voz, en nuestros posicionamientos en investigaciones”.
Tomado de Animal Político
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