Esta vez iniciaré con un dato curioso que me encontré en el informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos que se publicará esta semana y donde se revela:
De cada 10 personas en edad de trabajar en el mundo, dos sufren una enfermedad mental. – Organización para la cooperación y Desarrollo Económicos
Te imaginas:
- ¿Cuántos de ese 20% estará en México?
- ¿Cuántos en algún cargo público?
- ¿Cuántos en alguna diputación, senaduría, gabinete o hasta en el gobierno federal?
- ¿Hay tratamiento?
- Sólo preguntaba.
En fin, sigo en la búsqueda de una disculpa o motivo que pueda explicar el por qué nuestros legisladores promueven iniciativas abanderando causas cosméticas para beneficiar a terceros o afectar los derechos de los ciudadanos. Me resisto a pensar que sea intencional, ¿será alguna patología mental? ¿podemos ayudarlos a curarse? o simplemente no hay más, ¿son viles empleados al servicio del interés que mejor pague?.
¿Por qué no ser francos?; en ésta época de cinismo o exasperada sinceridad deberían optar por aceptar, por ejemplo, que la ley Sopita disfrazada como una iniciativa para proteger los derechos de autor, no es otra cosa más que iniciar el camino del control y censura de la red Internet.
Dentro de esta iniciativa se perfilan sanciones para quien sea sorprendido descargando de manera ilegal contenido con derechos de autor, las cuales pueden ir desde multas ejemplares hasta revelación de datos de los usuarios de internet por parte de los provedoores de servicios de telecomunicacione. También se promueve el cateo de los usuarios, es decir, se empezará a “atacar el problema” desde internet cuando la piratería de artículos diversos inundan las calles de cualquier plaza popular en este país, incluidos materiales digitales que circulan en la red.
El tema es complejo y rebasa las capacidades de los legisladores, quienes de forma negligente omiten las recomendaciones de especialistas y asociaciones civiles en un acto de premeditada ignorancia o más peligrosamente, de una intencional cruzada por empujar esta iniciativa. Sería la antesala a la censura de la internet en México, como segundo capítulo de #EPNvsInternet de la Ley en Telecom.
Si el combate fuera frontal y serio se atacarían todas los aristas: culturales, económicas y sociales que en ninguna reforma, ni en la educativa, se quisieron atender para resolver de raíz esta y otras problemáticas.
En este país se legisla para castigar al usuario que descarga material de forma ilegal, pero por otro lado las medidas económicas tienen hoy al dólar por encima de los 15.50 pesos, lo que hace cada vez más difícil que artículos “originales” puedan ser adquiridos por la mayoría de las personas en este país.
Sin duda tenemos un problema sumamente complejo en México relacionado con piratería donde 8 de cada 10 mexicanos ha comprado al menos una vez un producto pirata, sin embargo las iniciativas promovidas hasta el momento intentan atacar síntomas y no la raíz de esta problemática. Si de piratería se trata, tenemos leyes y legisladores piratas. #chale.
Por: Lalo Rivera
Guionista de Mientras tanto en México y Chido y Chale
Twitter @SoyLaloRivera
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