Estimado Señor Alazraki:
Este miércoles, usted escribió en el diario La Razón una columna titulada: Carta dirigida a los mexicanos normales (como tú), texto que no leí necesariamente por su cabezal sino por los comentarios que empezaron a circular en las redes sociales.
En dicho escrito usted afirma que “en este año que termina, las dos Cámaras aprobaron democráticamente varias reformas para que el país progrese. Todos los mexicanos en paz, excepto los izquierdistas anarquistas”. Me pregunto qué significa para usted “todos los mexicanos en paz” ya que durante la discusión y aprobación de la Reforma Energética y la Reforma en Telecomunicaciones miles de mexicanos salieron a las calles del país a manifestar su desacuerdo en torno a las citadas reformas estructurales.
Me pregunto qué significa para usted la frase: “para que el país progrese”; ¿acaso se refiere a los homicidios que crecieron en un 34% respecto al sexenio anterior o que justo hace unas horas el Banco de México (Banxico) redujo su estimado de crecimiento económico para este año de un rango de entre 2 a 2.8%, muy por debajo del 3.9% establecido a principios de año por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público?
En el mismo texto, usted afirma que lo ocurrido en Iguala (la tragedia social más grave ocurrida en México desde la matanza de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968), se resume a que: “Hace 46 días, dos bandas de estudiantes y narcos de Iguala se madrearon entre sí.” Al leer su conclusión sólo pude pensar en los rostros de los 43 normalistas desaparecidos, en las palabras que el padre de uno de ellos me compartió mientras lo entrevistaba, en el dolor de su discurso, el cansancio de su mirada y el sufrimiento que su rostro manifestaba mientras decía “como padres no podemos quedarnos callados, no podemos irnos a casa y acostarnos tranquilos porque nuestros hijos no son animales, son personas (…) no vamos a retirarnos, jamás, jamás. Eso nunca lo haríamos”.
“Las izquierdas aprovechan para desestabilizar el país”, escribe mientras menciona algunos partidos, sindicatos u organizaciones, los cuales no tengo el mínimo interés en defender pero sí quisiera manifestar que también los movimientos sociales y la sociedad civil, como hace mucho no se veía en este país, se está organizando y sin necesidad de ser acarreada decide participar en las marchas que han reunido a más de 90 mil personas en el Zócalo capitalino.
Y respecto a que “las periodistas y los periodistas vendidos, están tratando de convencer a la sociedad de que este gobierno es una basura sin serlo”, no se preocupe, el gobierno hace el trabajo solo; los medios alternativos, no necesitan de dinero para hacer su trabajo: informar.
Señor Alazraki no se espante si la “sociedad ignorante”, como usted la llama, reacciona; no sé con precisión cual será la razón, quizá el incremento en todo menos en los sueldos, quizá los constantes escándalos políticos en todos los partidos, quizá el maquillaje mediático al que nos enfrentamos, quizá el miedo a que uno de sus hijos desaparezca o muera, o quizá, el hartazgo de que todos los días nos llamen y quieran ver la cara de comemierdas.
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