El ascenso del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) sugiere que el enfoque del gobierno de Enrique Peña Nieto en materia de seguridad, el cual tiene como prioridad eliminar a los “objetivos de alto valor”, sólo está funcionando en algunas partes del país, publica The Economist.
Esta estrategia también ha sido criticada desde México, el semanario británico refiere que la aparición del Cártel da una lección: “Muestra que los nuevos gigantes pueden formarse a partir de los restos de los grupos derrotados”.
Menciona que “el caos del Primero de Mayo fue uno de los actos más dramáticos de desafío por parte las bandas de narcotraficantes desde la ofensiva contra ellos que comenzó en 2006″. Dice que el Cártel de Jalisco Nueva Generación está dispuesto a enfrentarse a las fuerzas federales”, y hace una reseña de cómo Jalisco se convirtió la semana pasada en una “zona de guerra”:
“Un helicóptero del Ejército fue derribado con una granada propulsada por un cohete. El humo se elevaba de al menos 11 bancos y cinco estaciones de servicio. Coches, autobuses y camiones habían sido requisados para colocar 50 y pico bloqueos en las carreteras de Jalisco y tres estados vecinos; muchos fueron incendiados. Quince personas, entre ellas seis soldados y un oficial del gobierno, murieron en la violencia”, escribe The Economist.
“Esto pone en tela de juicio la estrategia del Gobierno federal contra los cárteles”, agrega.
El argumento de The Economist es casi igual al de Los Ángeles Times, que ayer aseguró que a un mes de que se lleven a cabo las elecciones, México es testigo de un nivel de violencia en la que los narcotraficantes se han enfrentado directamente con el Ejército y que plantea interrogantes sobre el progreso del Gobierno en la lucha contra el crimen.
Con Información de Sin Embargo
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