A 22 años de su muerto el actor y humorista mexicano, Mario Moreno ‘Cantinflas’, ganador de un Globo de Oro por su actuación en la película La vuelta al mundo en ochenta días, es recordado con la develación de una escultura y el lanzamiento de una marca de ropa que lleva su nombre.
A Cantinflas se le recuerda por numerosas películas como: Ahí está el Detalle Chato (1940), La Vuelta al Mundo en 80 Días ( 1956) , Ni sangre ni arena (1941), El gendarme desconocido (1941), Los tres mosqueteros (1943) y Gran hotel (1944), entre otras.
La cinta “Su excelencia”, Mario Moreno interpretó al ministro de la “República de los Cocos” y en su discurso arremete contra la doble moral de la clase política.
Un poco de la vida de Cantinflas:
Fortino Mario Alfonso Moreno Reyes, nombre completo del actor, nació el 12 de agosto de 1911 en la sexta calle de Santa María la Redonda, ubicada en esta capital. Fue el sexto de una familia de 15 hermanos.
Inició estudios de Medicina para complacer a su padre, pero debido a la mala situación económica que vivía, tuvo que abandonar la escuela para ganarse la vida con la interpretación de pequeños papeles.
Trabajó en el circo, en las llamadas “carpas de variedad”, y pronto sus grandes dotes para la interpretación lo llevaron a recrear un enternecedor hombre pobre, hábil e ingenuo, de prodigiosos dotes acrobáticos y característicos sombrero y bigote.
Su legendario personaje “Cantinflas”, inspirado en un barrendero “borrachito” que conoció cuando trabajaba en el Teatro Follies, representó al pelado de los 30. Su papel lo mismo daba vida a un boxeador, taxista y lustrador de calzado que a un bailarín.
Su carrera en cine comenzó como publicista y su primera aparición fue en la película No te engañes corazón (1936), a la cual le siguió el gran éxito Ahí está el detalle (1940), de Juan Bustillo Oro, gracias al cual pudo fijar su personaje.
En 1992, durante una entrevista estadounidense, Mario Moreno confesó que el principal impedimento para su éxito en los Estados Unidos era el idioma Inglés. Después de regresar a México, Cantinflas creó su propia compañía, Cantinflas Films, y continuó haciendo películas hasta su última, que fue El Barrendero, realizada en 1981.
Como Charlie Chaplin, Cantinflas era un satírico social. Hacía el papel de “el peladito”, un don nadie, con esperanzas de tener éxito. Con admiración mutua, Cantiflas fue influido por las primeras películas de Chaplin así como por su ideología. El Circo era una “sombra” del cine mudo de Chaplin. El Circo y Si yo fuera diputado tenían muchas cosas en común con la película de 1940, El Gran Dictador.
Las películas de Cantinflas, hasta la fecha le siguen generando ganancias a Columbia Pictures. En 2000, Columbia informó un aproximado de 4 millones de dólares generado por las ganancias de la distribución en otros países.
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