La camarera se hizo viral luego de acusar que el dueño del lugar no le entregó la cuantiosa propina
Emily Bauer, camarera de un bar de San Antonio, se hizo viral en redes sociales luego de compartir que un cliente le había dejado de propina 2 mil dólares, y que el dueño del restaurante se negó a dársela.
Todo ocurrió cuando uno de sus clientes esperaba ser atendido en hora punta un domingo, sin embargo, la joven le ofreció disculpas varias veces e hizo lo imposible porque él se sintiera bien.
La camarera relató al canal de noticias KVUE que el hombre le comentó que comprendía y dijo que “era propietario de restaurantes, así que sabía lo difícil que era servir mesas”.
Emily agregó que el cliente pidió que le cancelaran el pedido y le llevaran la cuenta, pero al recoger el pago ella se dio cuenta de que le había dejado una propina de 2 mil dólares y una nota que decía “¡Feliz Navidad! Sigue trabajando duro”.
La madre de dos niños no creyó lo que estaba pasando y dio saltos de felicidad, pero esto duró poco pues acusó que el restaurante se había quedado con la generosa propina bajo el argumento de que los camareros no pueden aceptar propinas de más de 500 dólares, compartió La Vanguardia.
Cuando sus compañeros se enteraron de la situación le reclamaron al dueño que le devolviera el dinero a la joven, e incluso propusieron que se lo entregaran en “pagos”, pero la gerencia del establecimiento se negó y tampoco le dieron los supuestos 500 dólares que le correspondían a la camarera.
Debido a que la historia de Emily se hizo viral, el cliente se enteró de lo que había ocurrido, por lo que enseguida se comunicó al lugar para manifestar su desacuerdo. La joven señaló que le pidió a su jefe los datos del cliente que le había dejado la propina para darle las gracias, no obstante, habían sido borrados de la base de datos del local.
Todo habría quedado en un mal entendido, pues al parecer el cliente intentó hacer fraude y nunca existió la cuantiosa propina. Los responsables del restaurante demostraron que la tarjeta del hombre no había podido ser procesada y por este motivo la camarera no recibió ningún pago.
Añadieron que le solicitaron al cliente acudir al establecimiento para pagarle en efectivo la propina a Emily, solo que esta persona desapareció sin dejar rastro.
A través de Facebook el dueño del lugar compartió las pruebas del fraude y confirmó que la historia de la propina era un engaño. Por ello, le prometió a la camarera que le daría un regalo de Navidad de 2 mil dólares por esta terrible situación.
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