“Así es cómo se ve el hambre: los músculos se atrofian, sin energía. Es una muerte lenta y dolorosa”
Paul Nicklen, biólogo y fotógrafo, lleva años documentando los estragos que el cambio climático está provocando en los osos polares.
En diciembre se encontraba en la isla de Baffin, en el ártico canadiense, junto con su equipo de trabajo y encontró un oso esquelético y moribundo.
La imagen de este animal la compartió en su cuenta de Instagram, acompañada del siguiente mensaje: “Es una escena aplastante que todavía me atormenta, …pero sé que debemos compartir tanto lo bello como lo desgarrador si queremos derribar los muros de la apatía”. En tan solo 48 horas, el video superó el millón de visualizaciones.
En la grabación se puede ver al oso polar desnutrido, que camina con dificultad buscando comida entre la basura de los humanos.
“Así es cómo se ve el hambre: los músculos se atrofian, sin energía. Es una muerte lenta y dolorosa”, detalló el fotógrafo.
“La simple verdad es esta: si la Tierra continúa calentándose, perderemos osos y ecosistemas polares enteros. Este gran oso macho no era viejo, y murió a las pocas horas o días”, dijo.
Nicklen narró una historia que vivió hace dos años en Noruega. Siempre acostumbraba visitar un lugar en donde era posible ver a osos polares vagando, sin embargo, en aquel viaje no vio a ninguno paseando.
En lugar de eso, encontraron “dos osos muertos, y otras expediciones encontraron más. Estaban tan flacos que parecía que habían muerto de hambre debido a la ausencia de hielo marino, ya que en esas condiciones no hay posibilidad de cazar focas”.
En esos hielos, los osos podían cazar focas, pero sin ellos se vieron obligados a cambiar sus hábitos y ahora, tienen que contentarse con huevos de patos, gansos y gaviotas.
Nicklen estudio por un tiempo a osos polares y ofreció en 2011 una plática TED titulada Cuentos de tierras maravillosas rodeadas de hielo en la que explicaba cómo el cambio climático afectaba a los osos polares: “Cuando trabajaba como biólogo con osos polares hace 20 años nunca encontrábamos osos muertos”, detalló.
Sin embargo, en los últimos cuatro o cinco años encontraron osos muertos por todos lados.
Para finalizar su relato, en la publicación, Nicklen da una serie de recomendaciones para lograr retrasar el cambio climático y los efectos del calentamiento global, entre los que destacan los siguientes: “Debemos reducir nuestra huella de carbono, comer la comida adecuada, dejar de talar nuestros bosques y comenzar a poner en primer lugar la Tierra, nuestro hogar”, puntualizó.
Fuente: Verne
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