Por Karla Lara
Recién el domingo pasado no solo Perú, pero el mundo, vio y escuchó a las participantes del concurso de belleza decir sus medidas al aire…
“Mi nombre es Camila Canicoba y represento al Departamento de Lima. Mis medidas son 2.202 casos por feminicidios reportados en los últimos 9 años en mi país”.
Las mujeres consideradas como las más hermosas del país hablaron de las cifras que arroja la violencia de género en Perú. La belleza esta vez habló de la innegable realidad y el ejercicio se hizo viral. Luego de pronunciar su nombre y la entidad a la que representaban, algunas de las medidas pronunciadas fueron:
“82 feminicidios y 156 tentativas en lo que va del año”; las “medidas” de Karen Cueto.
“81% de agresores a niños menores de cinco años son cercanos a la familia”, las “medidas” de Melody Calderón.
“Una niña muere cada 10 minutos por producto de la explotación sexual”, las “medidas” de Samantha Batallanos.
Las “medidas” fueron datos duros sobre violencia, abuso, acoso y explotación sexual. Y es que en Perú, como en tantos otros países incluyendo a México, la violencia se ha normalizado al nivel de no considerarse noticia. En el concurso se hizo para generar consciencia, en una plataforma y foro que representa cierto estilo de vida y belleza. En boca de las bellas mujeres la sociedad cobró realidad de lo que se vive en su entorno. Se trató de capitalizar los esfuerzos para des-normalizar la violencia de género.
En nuestro país las medidas son otras y son igual de crudas y alarmantes, los feminicidios suceden como una constante sin ser exclusivos de un estrato social o de una zona geográfica…
En el Estado de México, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) registra que del 2011 al 2016 hubo 305 crímenes de odio contra del género femenino. Las mujeres en nuestro país, muchas de ellas menores de edad… son sometidas y pierden la vida como víctimas de extraños, familiares, subordinados y otros que sienten la libertad que da la impunidad absoluta para maltratar, violar y asesinar… a pesar del ruego colectivo #NiUnaMenos. Realidad que se hace extensiva también a los hombres mexicanos…
En el 2016, el Observatorio Ciudadano en Contra de la Violencia de Género, Desaparición y Feminicidios en el Estado de México (Mexfem), contabilizó 263 probables feminicidios, de éstos, la Alcaldía de Ecatepec de Morelos se posicionó como el lugar más peligroso para ser mujer.
La tendencia de los feminicidios en México es a la “alza”. Las cifras de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México precisan que en el 2011 (primer año con registros), se documentaron 43 casos, para el 2012 fueron 46, en el 2013 la cifra bajó a 40, para el siguiente año los números volvieron a escalar a 47, en el 2015 subió a 61 y para el año pasado se enumeraron de forma oficial 68. Se lee un aumento del 58% del 2011 al 2016.
A marzo de este año, reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reflejan del año 2000 al 2015 se cometieron 28 mil 710 asesinatos violentos contra mujeres: 5 diarios. Las cifras reflejan un aumento de 85% en estos delitos, al pasar de mil 284 homicidios ocurridos en el año 2000; a dos mil 383, en 2015.
Demostrado está que la justicia no es el ingrediente que va a detener esta ola de violencia de género, los datos presentan que de los 305 crímenes registrados, solo en 94 de ellos se dictaron sentencias condenatorias, esto es equivalente a que en sólo en 30 % de estos casos se ha hecho justicia. De enero a junio del año en curso, de acuerdo a la FGJ se han registrado 33 carpetas de investigación por este delito.
Las anteriores son sólo las “medidas” del Estado de México, las contabilizadas, pues todos sabemos o conocemos a alguien que en su persona o en su círculo cercano ha sufrido ya una agresión o una muestra de violencia que ha quedado, en la mayoría de los casos… impune. La violencia de género en nuestro país es injustificable, es imperdonable… las mujeres son atacadas a cualquier hora del día, en cualquier trayecto, sin importar su edad, muchas veces por personas que ellas conocen.
No es ni la manera de vestir, ni la manera de actuar o los horarios en los que hacen su vida, las mujeres son atacadas porque existe un permiso tácito para hacerlo sin que la ley se haga presente y detenga que vayamos siendo menos…, no sólo en la toma de desiciones o en nuestro nivel de libertad o en el poder adquisitivo, o en la remuneración de nuestros empleos vs., los hombres, sino también menos en número al ser potenciales víctimas de la violencia, solo por ser mujeres en un país donde se ha normalizado cada vez mas.
Hace algunos años las “muertas de Juárez” eran el tema de conversación, años después se trata de “las mujeres” en su sentido mas amplio: profesionistas, periodistas, comunicadoras, estudiantes, niñas, mujeres de fuerza obrera, madres de familia, maestras… mujeres, muchísimas mujeres.
A esto se suman los casos no denunciados, los no reportados o aquellos que no se contabilizan porque no se comprueba la causa de la muerte o porque no hay delito que perseguir, porque mientras muchas autoridades hacen esfuerzos extraordinarios para mitigar la violencia, otras tantas han demostrado que protegen al agresor… la alerta de género es una realidad, hay camiones “rosas” y las mujeres nos hemos unidos como activistas para protegernos unas a otras, pero no es suficiente, estamos expuestas. Tenemos miedo. ¿Es que acaso necesitamos que el mundo nos preste atención si habla nuestra belleza?, ¿Es que la mujer se toma en cuenta cuando representa la sexualidad o la cosificación y no el derecho humano de ser protegida en el mayor de sus bienes que es su propia vida?
Este fenómeno social está creciendo y necesitamos detenerlo. Mucha de su causa es el machismo que se vuelve también normal en nuestra sociedad. Las mujeres necesitamos re-educarnos y los hombres también. Necesitamos ya poner atención y crear esfuerzos reales y tangibles para proteger al género femenino en nuestro país y en el mundo, usando las redes a favor, usando los foros menos pensados para hablar de esto, para estar mas seguras.
@KarlaDoula
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