Consumir agua de pozos o manantiales es peligroso porque puede contener elementos tóxicos como el arsénico
En Estados Unidos se está haciendo popular consumir agua cruda entre aquellos que disfrutan de consumir alimentos sin aditivos.
La empresa Live Water, con base en Oregón, ofrece a los consumidores agua cruda extraída de un pozo municipal del estado, con el compromiso de convertir a los humanos en “seres más exitosos como especie”.
Otra empresa que ofrece este producto es Zero Mass Water, la cual elaboró una especie de mesa de ping pong que fabrica agua potable de la luz, el sol y el aire.
Sin embargo, antes esta creciente tendencia por consumir productos más “naturales” surge la pregunta si realmente son productos sanos sin conservadores y no causan daños en el organismo.
De acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), las aguas subterráneas pueden contener arsénico, denominado como el “rey de los venenos y microbios mortales”.
Además, el agua almacenada en praderas, desiertos y cimas de las montañas puede estar contaminada por residuos de excremento animal.
El sitio The Verge señala, con referencia al CDC, que el agua obtenida de pozos subterraneos, consumida por aproximadamente 15 millones de hogares en Estados Unidos, también debe ser sometida a pruebas de salubridad para garantizar su calidad, ya que productos como el arsénico, uranio y contaminantes de actividades agrícolas como los nitratos pueden filtrarse en el subsuelo dañando pozos y manantiales.
Con respecto a esta peligrosa tendencia de consumo, el doctor Donald Hensrud, director del Programa de vida sana en la Clínica Mayo en Rochester, en Minnesota, aseguró al diario The New York Times que tomar agua cruda sin ningún tratamiento puede tener consecuencia en la salud de las personas.
“Hay evidencias de ello en todo el mundo, y la razón por la que no tenemos esas condiciones es debido a que nuestro tratamiento de agua que es muy eficiente”, señaló el doctor.
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