De los 34 ejemplares, 20 estaban muertos y 14 se encontraron con vida
Los especímenes recuperados presentaban condiciones de deshidratación y algunos tenían mutiladas sus cabezas y colas
Treinta y cuatro ejemplares de reptiles (cocodrilo y caimán) fueron recuperados por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Chiapas.
Estos animales eran sacrificados y ordeñados con el objetivo de aprovechar su sangre para supuestos usos medicinales y de consumo humano.
El pasado miércoles 22, durante un recorrido de vigilancia, guardaparques de la Conanp y vigilantes comunitarios recibieron un reporte de habitantes de la comunidad de La Palma (municipio de Acapetahua), quienes aseguraron que en un sitio retenían, sacrificaban y maltrataban a los reptiles.
Así lo indicó la Comisión a través de un comunicado, en el que precisó que acudir a la ubicación del lugar denunciado por los pobladores se encontró y recuperó a los animales, la mayoría de menor talla, aproximadamente de 1.5 metros.
De los 34 ejemplares, veinte estaban muertos y los 14 restantes se encontraron con vida.
Los especimenes recuperados presentaban condiciones de deshidratación y algunos tenían mutiladas sus cabezas y colas.
La institución procedió a la recuperación, reanimación y liberación de los ejemplares hallados con vida, mismos que se reintegraron a su hábitat en una zona segura y con las condiciones adecuadas para la sobrevivencia de la especie.
En la zona de la costa de Chiapas se ha popularizado el mito de que la sangre de cocodrilo cura enfermedades como la diabetes o el cáncer e inclusive el VIH, aseguró la Conanp. Sin embargo, no se tiene un dato fidedigno por parte de alguna autoridad calificada en materia de salud, de que esto sea verdad.
El cocodrilo real y el caimán son indicadores de la salud de los ecosistemas de transición tierra-agua (humedales), y cumplen un papel importante en el equilibrio de los ecosistemas acuáticos regulando a otras poblaciones de vertebrados y contribuyendo al ciclo de transformación de nutrientes, según la Conanp.
Fuente: Proceso
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