El sujeto primero dijo sufrir un ataque de epilepsia y luego se hizo pasar por “loco”
Dicho accidente ocurrió el pasado 24 de julio cuando el chofer de una camioneta Toyota Hylux intentaba escapar después de participar en un choque
Los familiares y amigos de las dos mujeres que murieron atropelladas por un conductor que, presuntamente, padece de sus facultades mentales, se manifestaron frente a las instalaciones del Congreso y de palacio de gobierno de Campeche para exigir justicia.
Este accidente ocurrió el pasado 24 de julio cuando el chofer de una camioneta Toyota Hylux que intentaba escapar después de participar en un choque, terminó impactado con una camioneta Jeep Liberty, que estaba estacionada y detrás de la cual se encontraban dos mujeres, quienes guardaban en la cajuela las compras que acaban de hacer.
Debido a la fuerza del impacto, las dos mujeres y el vehículo, dentro de cual estaba un bebé, terminaron destrozados, reportó el semanario Proceso.
Gracias a lo grave del choque, la unidad donde viajaba el conductor también quedó inutilizada, por lo que ya no pudo huir y fue retenido por los transeúntes hasta que llegó la policía, que lo salvó de ser linchado.
Para tratar de justificarse, el sujeto dijo que había sufrido un ataque de epilepsia mientras conducía, aunque el conductor del auto con el que chocó primero lo terminó desmintiendo.
Lo anterior comenzó a generar una serie de reacciones en redes sociales, donde incluso identificaron al chofer que mató a las dos mujeres.
Una persona dijo que este mismo sujeto había chocado contra él y su esposa, sin embargo, el sujeto identificado como M. J. fue apoyado por su hermano para liberarlo del problema.
“A nosotros se nos hizo pagar por el accidente, y a él se le puso de nuevo en las calles, con estas fatídicas consecuencias… Nosotros lo advertimos”, dijo esta persona.
Durante la audiencia de este hombre ante el juez de control tuvo una crisis nerviosa y se ordenó que tenía que acudir a un hospital psiquiátrico para su valoración clínica, ya que en medio de la audiencia el hombre, supuestamente, perdió la razón.
“Dios es mi abogado”, dijo entre murmullos, por lo que sus cuatro defensores y el juez lo miraban impávidos.
“Está fingiendo; primero borracho, luego epiléptico, ahora loco… sólo quiere evadir su culpa”, criticó uno de los familiares de las mujeres muertas.
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