Al menos 22 personas, de ellas diez turistas extranjeros, murieron hoy durante un ataque terrorista en Túnez, en el que también fallecieron dos de los atacantes y varios policías
Tres de los turistas murieron durante el asalto de la policía al Museo del Bardo, donde se habían refugiado los atacantes con rehenes, informaron fuentes de las fuerzas de seguridad que dirigieron la operación. Los sucesos arrancaron a primera hora de la mañana, cuando tres supuestos yihadistas vestidos con uniformes militares trataron de asaltar el Parlamento de Túnez.
Esta mañana la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió un comunicado donde informó que entre los 300 turistas de diversas nacionalidades que fueron tomados como rehenes en el Museo Nacional de Bardo, ocho eran mexicanos 4 hombres y 4 mujeres.
“Nuestra representación diplomática en Argelia pudo contactar a una de las rehenes mexicanas, quien confirmó que los 8 connacionales mexicanos no sufrieron ningún daño físico y que las autoridades tunecinas ya tomaron control de la situación, por lo que ya salieron del Museo Bardo y partirán en las próximas horas a Barcelona en crucero turístico en el que realizaban un recorrido por la zona”, refirió la Cancillería mexicana.
De acuerdo con los primeros reportes, agentes que custodiaban la Cámara se percataron de que los uniformados no llevaban armas reglamentarias y, al pedirles que se detuvieran, se desató un tiroteo durante el cual los presuntos asaltantes lograron huir hacia el museo, uno de los más importantes de Túnez, según las fuentes.
En el momento del intento de asalto, había varias comisiones parlamentarias reunidas, en particular la de Justicia, con el titular del Ministerio a la cabeza, informaron fuentes parlamentarias.
Todos los diputados y otras personas que se encontraban en el interior del edificio han sido evacuados a una misma sala, mientras las Fuerzas de Seguridad y el Ejército han puesto en marcha el dispositivo de alerta máxima de lucha contra el terrorismo.
Túnez ha sido escenario en las últimas semanas de un repunte de la actividad yihadista en la región de Kaserine, en la frontera oeste con Argelia, zona montañosa que utilizan como bastión radicales locales y también otros procedentes del país vecino y otros estados de la zona como Mali, Marruecos o Mauritania.
Con Información de Sin Embarago
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