Valdez fue uno de los fundadores de este medio
“Nacimos para la información, no para el silencio”, dice el semanario
El semanario Río Doce publicó una editorial firmada por el equipo de redacción en la que condenan el asesinato de Javier Valdez, señalando que esto representa un “golpe demoledor” para ellos y para el periodismo en general.
“Lo esperaron a que saliera de la oficina de Ríodoce, donde estuvo trabajando por la mañana. Lo mataron con saña. Los asesinos simularon el robo de su vehículo, pero le dispararon en 12 ocasiones con dos armas distintas. No tenemos ninguna duda: quien ordenó el crimen pidió a los sicarios que se aseguraran del objetivo”, dice la publicación.
Indicaron que esto también es un golpe para la familia del periodista, para el periodismo de Sinaloa y México, “sobre todo ese que investiga, escribe y publica en libertad”.
“Siempre, desde que decidimos brindar cobertura al tema del narcotráfico, supimos que esto podía ocurrir; lo sabía Javier, lo sabíamos todos en Ríodoce. Y hemos reporteado con miedo todos estos años, seguros, como lo dijo él muchas veces, de que cuando alguien toma la decisión de matar a alguien, mata”, señalan.
En la publicación recordaron las palabras de Valdez, quien decía que cohabitaban con la muerte, la cual se ríe de ellos, los besa y se burla, aunque pese a ello siguen trabajando día con día desde la fundación del semanario hace más de 14 años.
“Nos han arrancado un brazo. O los dos. Javier fue parte fundamental de Ríodoce desde que el semanario era apenas una quimera concebida por un grupo de periodistas que creíamos y creemos en la libertad, en la independencia, en la honradez, en la crítica; que vemos en el periodismo un compromiso con la sociedad, cada vez más desvalida en medio de gobiernos cada día más corruptos y cínicos, criminales desde el Estado”.
Al asegurar que los periodistas son, en muchas ocasiones, víctimas del fuego cruzado, señalaron que no pueden dejar de cubrir los temas del narcotráfico, menos en estos momentos en los que este fenómeno ha crecido tanto: “Nacimos para la información, no para el silencio, sosteníamos, y nos debíamos congruencia. El problema es cómo hacerlo. Por eso tratamos de tener siempre cuidado de no cruzar esas líneas tan delgadas cuya transgresión puede significar la muerte”.
Casi al finalizar, en la publicación indicaron que no tienen duda de que el asesinato de Javier Valdez se debió a su trabajo periodístico relacionado con temas del narcotráfico, pero a que no saben quién ordenó el asesinato, acusan que fueron los criminales.
“Esperaríamos del gobierno estatal y del federal que se abocaran a investigar y castigar este crimen. Pero, sabiendo el destino de la mayoría de los casos, sin muchas esperanzas de que hagan justicia”, reconocen.
“Qué pena por nuestra sociedad; qué dolor de país”, finalizan.
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