Las mujeres son originarias de la ciudad de Ayacucho, en Perú
Bordar cada mascarilla lleva al menos dos horas de trabajo, lo que las ha orillado a contratar a costureras de su comunidad
Violeta Quispe y su madre Gaudencia Yupari, ambas artesanas originarias de la ciudad de Ayacucho, en Perú, elaboran cubrebocas con bordados indígenas tradicionales.
Las dos coordinan el taller textil Viga, el cual se preparaba este año para exportar sus creaciones, inspiradas en los elementos de las polleras sarhuinas, prendas que se caracterizan por combinar texturas, hilos y colores.
Sin embargo, debido a la pandemia de coronavirus su proyecto quedó temporalmente suspendido, por lo que idearon otras formas de hacer crecer su negocio, atendiendo la demanda de mascarillas.
Tras compartir en redes una fotografía de su madre usando los cubrebocas que había bordado, los internautas comenzaron a hacer pedidos de las mascarillas en diferentes partes del mundo.
Violeta explica que bordar cada mascarilla lleva al menos dos horas de trabajo, lo que la ha orillado a contratar a costureras de su comunidad.
Cada una de estas mascarillas puede durar hasta cinco meses, dependiendo del cuidado que se les dé. Solo es necesario lavarlas con agua y jabón.
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