En una conferencia de prensa, Aristegui criticó el actuar del gobierno mexicano
Diferentes organizaciones defensoras de los derechos humanos interpusieron una denuncia ante la PGR para que se investigue el uso que le da el gobierno federal a los programas de espionaje
La periodista Carmen Aristegui criticó al presidente Enrique Peña Nieto respecto a las tentativas de espionaje gubernamental contra activistas y periodistas realizadas entre 2015 y 2016, mismas que alcanzaron a su propio hijo, un joven que entonces era menor de edad.
“¿Para qué quería la información de un adolescente?”, le cuestionó al mandatario,”¿de qué más es capaz, presidente siniestro?”.
Esto lo dijo después de que se diera a conocer la lista de 12 personas, entre activistas y periodistas, quienes recibieron mensajes de texto infectados con el programa espía Pegasus, con la intención de espiarlos mediante sus teléfonos celulares.
Por esto, diferentes organizaciones defensoras de los derechos humanos interpusieron una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR), para que esta dependencia investigue “a profundidad” el uso que el gobierno federal le da a este tipo de programas.
Mediante una conferencia de prensa, pidieron que llegue a México un grupo de expertos que le den seguimiento a la investigación, así como lo hizo el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) sobre la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, con lo cual evitaron que el gobierno cerrara el caso con su llamada “verdad histórica”.
Además, exigieron que el gobierno federal hago públicos los contratos que diferentes dependencias llevaron a cabo con empresas desarrolladoras de programas espías, con la intención de conocer a detalle el sistema de espionaje gubernamental que opera en México.
De acuerdo con un informe presentado por la Red por la Defensa de los Derechos Digitales (R3D) demuestra que instancias del gobierno federal fueron las que estuvieron detrás de las tentativas de espionaje.
Este documento señala que entre 2015 y 2016 fueron espiados: tres integrantes del Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez (Centro ProDH), los periodistas Carmen Aristegui –y su hijo Emilio–, Rafael Cabrera, Sebastián Barragán, Carlos Loret de Mola, Salvador Camarena y Daniel Lizárraga, así como los activistas Alexandra Zapata y Juan Padiernas –integrantes del Instituto Mexicano por la Competitividad (Imco)–, a quienes les llegaron mensajes de texto que contenían un enlace hacia un servidor de NSO Group.
Por su parte, John Scott Railton, integrante del Citizen Lab, institución académica adscrita a la Universidad de Toronto, Canadá, que rastrea y exhibe los programas espías desde hace años, informó que por lo común, los gobiernos que utilizan este tipo de software son “autocráticos” e incluso “casi dictatoriales”.
“La ausencia de un sistema de control fuerte y de una adecuada rendición de cuentas abre la puerta a los abusos”, señaló Railton.
Después de que se diera a conocer el espionaje por parte del gobierno federal, la única que respuesta oficial fue una carta sin sellos ni firmas firmada por Daniel Millán Valencia, director general de Medios Internacionales del gabinete Peña Nieto, misma que envió a los editores del periódico estadunidense.
En este documento, la presidencia de la República negó la existencia de “prueba alguna de que agencias del gobierno mexicano sean responsables del supuesto espionaje descrito en su artículo”.
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