Florentino Gómez Girón, un luchador social de Chiapas por el que familiares mantuvieron por más de un mes una serie de protestas radicales frente al Palacio Legislativo de Tuxtla Gutiérrez, acusó que tras su liberación, el pasado lunes, la administración del Gobernador Manuel Velasco Coello mantiene el hostigamiento en su contra.
“Sigue amenazándome con fabricarme nuevos delitos en contra mía, a mi familia y a mi organización. Quiero decir de lo que me suceda de hoy en adelante, los únicos responsables serán los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal”, dijo luego de ser liberado.
Florentino Gómez Girón, es un indígena de la comunidad de Chigtón, en el municipio de Ixtapa, Chiapas. Fue detenido el 1 de mayo en Tuxtla Gutiérrez por dos hombres vestidos de civil, mismos que lo subieron a un taxi.
Inmediatamente fue trasladado al Centro de Reinserción Social (Cereso) El Amate, en Cintalapa de Figueroa por el delito de abigeato (robo de ganado) y robo de una “cadena”.
“En estos últimos cuatro años nuestro municipio y comunidades han luchado por sus demandas sociales, por un mejor desarrollo comunitario y sin embargo los gobiernos en sus tres niveles han generado represión, persecución, fabricación de delitos, encarcelamientos políticos y con la posible formación de grupos paramilitares todo respaldado y apoyado por los tres niveles de gobierno”, denunció en un comunicado.
Mientras, en conferencia de prensa, dijo que fue encarcelado injustamente durante siete meses y seis días, “todo por acompañar a mi gente en los reclamos de sus derechos y de justicia, por eso me fabricaron delitos que nunca cometí, por eso me considere desde el principio que fui detenido como preso político de este gobierno”.
Desde el 10 de noviembre, familiares y simpatizantes del Frente Ricardo Flores Magón –al que pertenece Florentino– instalaron un plantón frente al Congreso de Chiapas para exigir su libertad e iniciaron una serie de protestas para entablar un diálogo con el gobierno.
Ocho días después, el 18 de noviembre, Juana Gómez Gómez y Asunción Rodríguez Gómez, su hija y un sobrino, respectivamente, iniciaron una huelga de hambre en el mismo lugar. El 27 de noviembre, la hermana de Florentino Viviana Gómez Girón y una nuera de él, Lucy Sánchez Díaz, se suturaron los labios y se unieron a la huelga de hambre que mantenían ya más familiares.
En cada una de las protestas el mensaje al Gobernador Velasco Coello era el mismo: revisar el caso de Florentino e incluso en esta ocasión denunciaron la “indiferencia gubernamental”.
Los familiares también denunciaron un hostigamiento en su contra y una amenaza de desalojarlos con uso de la fuerza pública.
“Este caso demuestra que bajo el actual gobierno de Chiapas que encabeza Manuel Velasco Coello persisten los presos de conciencia y por motivos políticos y que las instituciones de administración de justicia se usan para criminalizar y reprimir a quienes exigen y luchan por sus derechos humanos”, denunció el Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa.
El mismo comité denunció días después que Lucy Relia Sánchez Díaz, una de las participantes en la huelga de hambre, tuvo que dejar la propuesta pues entró en estado crítico por la falta de alimentos y no consumir líquidos. Kevin Domínguez Gordillo, del Frente Unión Revolucionario, explicó que Lucy estuvo a punto de sufrir un derrame cerebral por lo que las organizaciones que apoyaban la huelga la trasladaron en un taxi a la Cruz Roja y posteriormente al Hospital Regional de Tuxtla, sin embargo, le negaron la atención.
“De manera coordinada y por presión al Hospital Regional fue que la atendieron, pero ahí la Comisión Estatal de Derechos Humanos y su gente comenzaron a hostigar a los compañeros. Comenzaron a decirle a la compañera que si no se retiraba de la huelga de hambre les quitarían a sus hijos y posteriormente ella sería demandad por abandono familiar”, dijo para SinEmbargo.
Familiares también denunciaron que intentaron obligarlos a firmar un documento donde afirmaban que el Gobernador Velasco les estaba proporcionando la mejor atención médica. El 2 de diciembre algunos familiares que ya estaban en huelga de hambre también se crucificaron en las puertas del Congreso.
El 4 de diciembre, familiares de Florentino se extrajeron sangre y con ella escribieron consignas en el Palacio de Gobierno del estado. “Libertad a Florentino” y “En Chiapas no hay justicia” se podía leer.
Finalmente, el 5 de diciembre Agustín Gómez Pérez, sobrino de Florentino decidió inmolarse frente al Palacio Legislativo de Tuxla Gutierrez, imágenes que le dieron la vuelta al mundo en cuestión de minutos.
Tomado de sinembargo.mx
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