Bourdain jamás dejó de mostrar la pasión que le despertaba nuestro país
De Oaxaca a Baja California, conociendo puestos callejeros hasta los restaurantes más exclusivos, así fue su paso por México
Por Ana Hernández
“Los estadounidenses aman la comida mexicana. Consumimos cantidades enormes de nachos, tacos, burritos, tortas, enchiladas, tamales (…) Nos encanta la música mexicana, las playas mexicanas, la arquitectura mexicana, el diseño de interiores, las películas mexicanas. Entonces, ¿por qué no amamos a México?”
Así se cuestionaba Anthony Bourdain en el texto Under the Volcano sobre la actitud de muchos de sus compatriotas hacia México, un país con gran riqueza cultural y gastronómica que fascinó al chef durante años y que en parte quedó plasmada en el programa de televisión “Parts Unknown”, donde podemos ver la grandeza del neoyorkino: no solamente visitó diversos estados para probar las delicias culinarias, sino también para conocer la situación política, la grave violencia y descubrir más sobre nuestra cultura.
Some of the greatest cooks I have ever met #Zapoteca #Mexico pic.twitter.com/Po6KJKIwVQ
— Anthony Bourdain (@Bourdain) 4 de mayo de 2014
La gran cocina mexicana
Con dicho programa, el público pudo conocer a Bourdain por las calles de México, con esa hambre que lo caracterizaba y que no se saciaba solamente con el alimento, sino a través del conocimiento de algo nuevo, de las reuniones con gente que para él era fantástica, con el probar que los sabores mexicanos no tienen límite.
Con “Parts Unknown”, Bourdain le mostró al mundo la ya famosa cocina de la zapoteca Abigail Mendonza, cuyas actividades con el metate para hacer una tradicional masa le parecieron “hermosas”.
A lo largo de los años, Bourdain visitó nuestro país en incontables ocasiones y fue sí que conoció fondas, taquerías, restaurantes, playas y diversos lugares donde disfrutó todo tipo de platos y bebidas.
https://youtu.be/XKAHuD7zRL0
Le encantaba platicar con la gente, conocer los mercados locales e incluso cuestiones más simples, como ver el atardecer disfrutando de una cerveza helada mientras hablaba de las bondades que tenía el simple hecho de cruzar la frontera y conocer las maravillas mexicanas.
También visitó el barrio bravo de Tepito, donde no dejó pasar la oportunidad de beber una michelada y conocer los lugares de venta de toda clase de artículos. Conoció la isla de las muñecas en Xochimilco. Caminó por la Central de Abastos en compañía del chef Eduardo García para comprar ingredientes necesarios en su restaurante y acudió a “Máximo Bistrot”, uno de los restaurantes más famosos de la Ciudad de México.
E incluso en su paso por el centro, enseñó cómo comerse un taco, aunque los puristas gastronómicos nacionales seguramente criticarán al extranjero.
Su gusto por lo mexicano lo expresó en innumerables ocasiones, así como la pasión que le despertaba nuestra cocina y la preocupación que sentía por el acontecer nacional, situación que lo llevó a profundizar en la cuestión de seguridad para saber más de la lucha diaria contra la violencia que tanto nos ha afectado en los últimos años.
Más que comida: violencia y Trump
A pesar de la violencia que azota a nuestro país, desencadenada desde el inicio (diciembre de 2006) de la llamada “guerra contra el narcotráfico”, Bourdain decidió mostrar al mundo que debían dejar atrás el miedo y visitar nuestro país, una verdadera joya para el disfrute de todos los sentidos.
Es así que lo vimos caminando por Tijuana, Baja California, en 2012, en pleno proceso electoral y ante lo peligroso que esto podía resultar a los ojos de todos, pero él tomó la situación con calma y bromeó: “Espera, ¿no es Tijuana peligrosa?”.
Ese sentido sarcástico era su sello personal para criticar los problemas sociales y políticos que acontecían en los lugares que visitaba. En dicha ocasión, pidió ver a la ciudad fronteriza como un punto turístico, más allá de la violencia.
Volvería a nuestro país en 2014. Esa vez conoció Cuernavaca, Morelos, como parte ya del equipo de la cadena CNN y se enfocó en entrevistar a las personas sobre la terrible situación que vivía el municipio. La comida parecía haber quedado de lado para mostrar el acontecer mexicano.
“Todos los días México se levanta a contar los muertos… desde 2006 han muerto más civiles en México, que los muertos en 10 años en la guerra de Vietnam y en 8 años en Irak”, dijo entonces Bourdain, de acuerdo con Infobae.
Dentro de esta serie de entrevistas, el chef visitó en su casa a la periodista Anabel Hernández, autora del libro Los señores del narco, con quien conversó sobre la violencia, política y corrupción.
Por otro lado, además de mostrar su sentido crítico en una situación tan compleja como es la violencia que vivimos los mexicanos, Bourdain también se caracterizó por el humor negro con que tomaba las cosas más complejas y así se sumó a las críticas al presidente estadounidense Donald Trump y hacia quienes lo apoyaron, pues estaba en contra de su política migratoria.
Y es que para el chef, la industria gastronómica estadounidense no tendría sentido sin los indocumentados, miles de ellos mexicanos, por lo que reconocía el valor de estos y su lucha. Incluso, según Infobae, en una entrevista con Pete Dominick habló sobre Trump y también se refirió a los dueños de restaurantes, pues “a menudo, dependen de los indocumentados para hacer el trabajo”.
Adiós Anthony
Bourdain inició en 2005 con su programa “No Reservations”, que comenzó transmisiones en el canal Travel Channel, y con el que ganó dos premios Emmy. Siete años después, ganó más popularidad al cambiarse a la cadena CNN con el ya mencionado “Parts Unknown”, que definitivamente lo catapultó a la fama mundial y que lo llevó incluso a entrevistar al presidente estadounidense Barack Obama.
Con esos programas vino a México, su querido México, al que tanto alababa y que consideraba de las mejores cocinas del mundo.
“Y por mucho que pensemos que la conocemos y la amamos, apenas hemos arañado la superficie de lo que realmente es la comida mexicana. NO es queso derretido sobre un chip de tortilla. No es simple o fácil (…) De hecho, es antigua, incluso más antigua que las grandes cocinas de Europa y, a menudo, profundamente compleja, refinada, sutil y sofisticada. Una verdadera salsa de mole, por ejemplo, puede tomar DÍAS para hacerse, un balance de ingredientes frescos (siempre frescos), cuidadosamente preparados a mano. Podría ser, debería ser, una de las cocinas más emocionantes del planeta. Si prestamos atención“, escribió.
Este viernes, el mundo despertó con la trágica noticia de la muerte de Anthony Bourdain, a sus 61 años de edad. El chef neoyorkino sin pelos en la lengua, crítico, voraz, sarcástico y amante de las buenas pláticas, el mezcal y las delicias culinarias. Una pérdida que ha dejado en shock a más de uno, toda vez que todo parece indicar que se trató de un suicidio, cometido en el hotel donde se hospedaba en Francia, mientras trabajaba para una nueva emisión de su programa.
Sin duda un día triste para quienes conocimos el trabajo de este hombre y es que, como dicen en Twitter: “El mundo no sabrá igual sin Anthony Bourdain”.
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