Ancianos pierden la vista por negligencia en cirugía y reclaman justicia
La fundación No Más Negligencias Médicas detalla que hay más de 50 afectados que no han denunciado por miedo
Un grupo de ancianos indígenas de Quintana Roo reclama justicia, pues a dos años de haber sido sometidos a cirugías que los dejaron ciegos, las autoridades se han deslindado de responsabilidades y no han detenido a los responsables.
El hecho ocurrió en octubre de 2015, cuando personal del DIF estatal e INAPAM invitaron al grupo de indígenas a someterse a una operación para retirarles las cataratas de los ojos. Sin embargo, luego de realizarse el procedimiento decenas de pacientes adquirieron una infección que dejo ciegos total o parcialmente a al menos cinco de ellos.
Así lo reveló la fundación No Más Negligencias Médicas (NMNM), quien apoya actualmente a los ancianos en su búsqueda de justicia por las fallidas cirugías que fueron patrocinadas por Fundación Cinépolis, mediante su programa ‘Del Amor nace la vista’.
Los afectados interpusieron una demanda en contra de los implicados en el caso: Fundación Cinépolis, la Secretaría de Salud de Quintana Roo, el DIF estatal y los médicos responsables de las operaciones, por reparación de daños.
De acuerdo con información publicada por Animal Político, la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado ampara a los ancianos, pues “reconoce el derecho a la indemnización a quienes, sin obligación jurídica de soportarlo, sufran daños en cualquiera de sus bienes y derechos como consecuencia de la actividad administrativa irregular del Estado”.
Luego de que el caso de los ancianos se diera a conocer, Fundación Cinépolis comenzó a recibir numerosas críticas, por lo que el pasado jueves emitió un comunicado en el que asegura que el programa ‘Del Amor nace la vista’ ha operado de manera eficiente durante 13 años y detalla que el Instituto de la Salud Visual (ISVI) en Quintana Roo les “ratificó sus permisos y autorizaciones, incluyendo la existencia de sus licencias sanitarias, con anterioridad a la realización de cualquier cirugía”.
Sin embargo, la investigación hecha por por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) tras la realización de las cirugías contradice dicha afirmación, pues determinó que la clínica no contaba con las condiciones ni los permisos para realizar este tipo de operaciones. Peritos en medicina forense revelaron que la bacteria se propagó debido a que no se contó con un buen método para evitar que haya infección durante la operación.
Aunque actualmente son sólo 5 los denunciantes, existen más de 50 afectados, pero debido a “diversas causas, entre otras, el haber recibido amenazas, no se atrevieron a denunciar”, dijo el presidente de NMNM, Fernando Avilez Tostado.
Por su parte Fundación Cinépolis negó dicha cifra y apuntó a que solo les fueron reportados dos casos de personas que perdieron la vista en uno de sus ojos.
“Es falso que Fundación Cinépolis se haya desentendido de esta lamentable situación y de las personas afectadas. Las cirugías referidas se llevaron a cabo en octubre de 2015, pero los pacientes afectados continuaron su tratamiento en ISVI hasta diciembre de 2015, cuando las actividades de la clínica fueron suspendidas por las autoridades competentes. A partir de ese momento los dos pacientes referidos decidieron seguir su tratamiento con terceros”, señala la fundación.
El abogado de las víctimas Alejandro Foyo Vega informó que Fundación Cinépolis atiende a esos dos afectados que menciona, las cuales tienen el mismo problema, pero saben de la existencia de los cinco que ellos representan, pues ya fueron notificados sobre las demandas.
Natividad Méndez, una de las personas afectadas, relata que ella no deseaba realizarse el procedimiento, sin embargo los médicos la convencieron.
“Yo quería sólo lentes, no estaba de acuerdo en operarme, pero ellos (los médicos) me insistieron, me dijeron que si no lo hacía me iba a quedar ciega y sería una carga para mis hijos. Yo veía bien pero me operaron de un ojo y me lo fregaron, ahora ya no veo”, asegura.
El titular de NMNM lamenta que dependencias como el DIF y la Secretaría de Salud no acepten su culpa pues ellos “tendrían que haber verificado la clínica, que cumplieran con permisos y normas para la operación. Las autoridades sanitarias deben vigilar en todo momento a organizaciones y asociaciones civiles en estos casos por el bien de los pacientes. Cosa que no hicieron”.
Las víctimas reclaman que esta negligencia los ha dejado en el desamparo, pues el problema les impide trabajar y ganar dinero, hecho que pone en riesgo su calidad de vida, pues sus hijos no ganan dinero suficiente para solventar los gastos de ellos y sus familias.
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