El virtual presidente electo ha calificado su próximo mandato como la “cuarta transformación” del país
Durante su campaña electoral prometió austeridad del Estado, una amnistía, entre otras medidas que implementará de manera inmediata
El próximo 1 de diciembre, Andrés Manuel López Obrador plantea “un cambio radical” al asumir la Presidencia de México. Incluso, ha llegado a calificar a su próximo mandato como la “cuarta transformación” del país, comparándolo con la Independencia, la Reforma y la Revolución.
Para ello, durante su campaña electoral prometió un viraje en el sistema económico, austeridad del Estado, una amnistía, entre otros planteamientos de los que ADN Político hizo una recopilación y de los cuales López Obrador aseguró que implementará de manera inmediata a su llegada a la presidencia.
Fue en diciembre de 2017 cuando López Obrador habló de explorar todas las posibilidades para enfrentar la violencia, “desde decretar una amnistía, escuchando a las víctima hasta exigir al gobierno de Estados Unidos que lleve a cabo campañas para aminorar el consumo” de drogas.
No obstante, aunque su planteamiento generó críticas entre sus detractores, su equipo de campaña explicó que la amnistía está pensada para los campesinos y personas que hayan sido obligadas por criminales a sembrar o participar en algún punto de la cadena delictiva.
Otra de sus peculiares propuestas fue la de quitar la pensiones a los expresidentes mexicanos, la cual cancelaría al tomar posesión de la próxima administración.
López Obrador también aseguró que la Residencia oficial de Los Pinos se convertirá en un espacio de esparcimiento gratuito para la ciudadanía, ya que ofreció destinar las 60 hectáreas del inmueble para el disfrute de los capitalinos y visitantes como parte del Bosque de Chapultepec, mientras él se muda a despachar desde Palacio Nacional.
El morenista también se comprometió a reducir a la mitad el salario del presidente, el cual es de alrededor de 259,000 pesos menos impuestos. Esta misma medida se aplicaría a los sueldos de los altos funcionarios del gobierno federal.
Respecto al avión presidencial, López Obrador ha dicho que esta aeronave, su mantenimiento y el hangar costaron al erario 7,500 millones de pesos, por lo que en cuanto llegue a la presidencia lo venderá.
El tabasqueño también ofreció que de llegar a la presidencia cancelaría “la mal llamada reforma educativa”, pues sostuvo que su creación e implementación careció de la opinión de los maestros, a quienes defendió.
Además, prometió revisar uno por uno los contratos ofrecidos en el gobierno de Enrique Peña Nieto para la realización de trabajos de extracción petrolera en caso de irregularidades en su entrega serán cancelados.
López Obrador se comprometió en campaña a que las dependencias federales dejarán de estar en la Ciudad de México, de tal forma que se distribuirían por todo el país.
Por ejemplo, en Chetumal estaría la Secretaría de Turismo, en Yucatán la de Medio Ambiente y en Guerrero la Secretaría de Salud. En Veracruz, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría de Desarrollo Social en Oaxaca, entre otros cambios.
De igual manera ofreció que en su administración habría un catálogo de normas de conducta en el que participarían antropólogos, psicólogos, filósofos y otros especialistas creyentes y no creyentes, declaración que generó varias críticas, por lo que después ya no mencionó la creación del documento cuyo fin sería “moralizar a México”.
El virtual presidente electo afirmó que una vez que tome posesión se eliminará la actividad del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y terminará el espionaje por parte del Estado, por lo que la inteligencia y contrainteligencia en temas de seguridad nacional estarán al mando de un centro especializado que operará en el ámbito de la seguridad pública.
Además, planteó la incorporación del Estado Mayor Presidencial, usualmente empleado para el resguardo del presidente y algunos familiares, en tareas del Ejército, mientras que los altos funcionarios públicos, salvo los que tienen encomendadas tareas de seguridad, dejarán de contar con guardaespaldas de las dependencias de gobierno.
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