Tu cepillo de dientes, tus audífonos, tu almohada, la tabla donde picas los alimentos y tus zapatos preferidos. Son artículos que usas todos los días, pero ¿Son tan inofensivos como cotidianos?
En realidad no, pues todos estos objetos son un excelente caldo de cultivo para gran cantidad de bacterias que pueden dañar tu salud.
Los cepillos de dientes se exponen a adquirir microorganismos en el baño y las posibilidades se multiplican en proporción al número de personas que viven en un mismo lugar.
Un estudio de la Sociedad Estadounidense de Microbiología lo demostró con un experimentó en un dormitorio universitario, en el que se descubrió la presencia de heces fecales en el 55% de los cepillos analizados. Y según parece, las probabilidades de que pertenecieran a una persona diferente al dueño del cepillo pero que usara el mismo baño fue del 80%.
“Cuando la materia fecal es de otro, contiene bacterias, virus o parásitos que no forman parte de la flora intestinal de la persona, lo que eventualmente podría causar enfermedades”, señaló Lauren Aber, investigador del estudio.
Pero tu boca no es la única puerta de entrada para microorganismos nocivos. Tus oídos están igual de expuestos si sueles escuchar música con audífonos, tanto los de orejera como los de pastilla.
Con los primeros, “Al tapar la oreja, podemos ocasionar humedad debido al sudor. En ése ambiente, pueden proliferar bacterias y hongos de la piel en la oreja”, explica Victoria Garbanzo, de la Clínica de Rehabilitación Auditiva.
En cuanto a los de pastilla, favorecen la acumulación de cerumen y suciedad en las tapillas de goma, por lo que deben ser aseados y sustituidos regularmente.
Tampoco tu cama es un lugar seguro, pues las fundas y almohadas son una excelente cuna para los hongos, de acuerdo a una investigación publicada por Allergy.
El estudio comprobó que el Aspergillus fummigatus es el hongo que más creció en almohadas utilizadas regularmente, entre 1,5 y 2 años. La presencia de este hongo incide en enfermedades respiratorias, entre las que destacan el asma y la sinusitis, por lo que resulta esencial mantener la ropa de cama limpia y en buen estado.
Igualmente se debe hacer con los artículos de cocina, pues tampoco están exentos. La tabla de picar es un excelente ejemplo, pues si se limpia mal, puede ser un foco de infeccción, afirma en un estudio sobre higiene en los alimentos el doctor Luis Eduardo Carvajal.
Un estudio hecho en la Universidad de Carolina del Norte y la Universidad de Colorado en el que se reunieron a más de 40 científicos dio como resultado una lista de superficies en las casas en las que podría haber una gran cantidad de bacterias. En total, se encontraron 7 mil 726 tipos de microorganismos en los hogares, y se descubrió que las tablas de picar, las puertas del refrigerador y los muebles de cocina no sólo son cuna de muchos de ellos, sino que contienen organismos similares por estar relacionados a la comida.
Otro gran centro de cultivo de bacterias dañinas son los zapatos, debido a la gran cantidad de superficies que recorren todos los días. En 2008, Chuck Gerba, microbiólogo de la Universidad de Arizona, encontró que que los zapatos son portadores de Escherichia colli y neumonía.
Las bacterias fueron recopiladas por los dueños de los zapatos analizados en baños de lugares públicos, y sobrevivieron el traslado porque las superficies que pisamos brindan alimento a las bacterias acumuladas en la suela.
De ahí la importancia de la higiene, no sólo en los artículos, sino también en las manos, especialmente después de estar en la calle, entrar en contacto con esta clase de superficies, y antes de ingerir alimentos.
Fuente: El Universal
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