Otras de las ciudades que están en contra de la propuesta son Los Ángeles, Chicago y Miami
“No separaremos familias, no dejaremos niños sin sus padres, no dejaremos a las familias sin su sostén económico”, dijo el alcalde de Nueva York
Al menos una centena de alcaldes de ciudades y jurisdicciones municipales de Estados Unidos reafirmaron su compromiso para “mantener ciudades inclusivas”, esto ante la firma de dos órdenes ejecutivas sobre inmigración realizadas por el presidente Donald Trump.
“Las órdenes ejecutivas de hoy no cambian quiénes somos ni cómo gobernamos nuestras ciudades y lucharemos contra los intentos de socavar nuestros valores y la seguridad de nuestras ciudades”, informó la coalición Ciudades en Acción.
Estas declaraciones se dan después de que el presidente estadounidense ordenara la construcción “inmediata” de un muro en la frontera con México, además del retiro de dinero para las llamadas “ciudades santuarios”.
Por ello, las autoridades locales se negaron a colaborar con las federales en su plan de deportar a todos los indocumentados, particularmente en las principales ciudades del país, como Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Miami.
“Trabajaremos para continuar construyendo la confianza entre los residentes de la ciudad y las fuerzas de seguridad”, señalaron en un comunicado.
Gracias a esto, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio aseguró que acudirá a la justicia si la administración presidencial decide comenzar con el recorte de fondos federales.
“Defenderemos a nuestra gente no importa de dónde vengan ni su estatus legal”, además aseguró que dicha orden “no cambia lo que somos, una ciudad de inmigrantes”.
Uno de los departamentos que sufrirá con esta propuesta será el Departamento de la Policía, ya que reciben dinero federal para el combate al terrorismo, lo cual podrá en riesgo la seguridad, dijo De Blasio, quien aseguró que esto provocará una gran resistencia en todo el país.
“Nueva York ha sido un lugar inclusivo desde antes de que el presidente firmara su orden ejecutiva y lo seguirá siendo. Una orden no puede cambiar lo que somos, una ciudad de inmigrantes y de oportunidades”, sostuvo.
Fue en 2003 cuando el Consejo aprobó la resolución de Nueva York como una “ciudad santuario”, que implica que no están obligados a compartir información confidencial sobre inmigrantes con agencias federales a menos de que exista una orden de un juez.
“No deportaremos a neoyorquinos respetuosos de las leyes, no separaremos familias, no dejaremos niños sin sus padres, no dejaremos a las familias sin su sostén económico”, enfatizó.
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