Por Ana Leticia Hérnandez
“¡Ahí vienen, ahí vienen!”, fue lo único que escucharon varios comerciantes de la delegación Azcapotzalco, en la Ciudad de México, antes de que el miedo se apoderara de ellos y decidieran cerrar sus locales o recoger su mercancía de las calles para reguardarse, pero, ¿de qué?
Nadie sabe a ciencia cierta, muchos sólo coinciden en que el pánico se desató ante el rumor de supuestos saqueos y robos en la zona, derivados de las movilizaciones que han tenido lugar esta semana en distintos puntos del país ante el gasolinazo que entró en vigencia el primer día del año y que significó un aumento de casi 20% en las gasolinas.
Las manifestaciones no sólo han incluido cierres de calles, avenidas, accesos carreteros y de gasolineras, también saqueos en tiendas de autoservicio y departamentales. Pero sobre todo, han traído consigo temor en la población, ocasionado por la desinformación y las mentiras que han circulado sobre todo a través de las redes sociales.
Es ahí donde se han volcado los mensajes sobre audios en los que se afirma que presuntamente el Gobierno ha pedido a militares y policías que salgan a las calles para amedrentar a la población y así frenar las manifestaciones, pero también se hace eco de rumores sobre presencia de supuestos ladrones e incluso del uso de potentes armas por parte de estos. Entonces surge una enorme duda: ¿es verdad esto?
Horas después de que el presidente Enrique Peña Nieto diera un mensaje en cadena nacional donde defendía el gasolinazo (a pesar de que en 2015 afirmara que estos habían terminado), el pánico se apoderó de diversas zonas de la Ciudad de México y el Estado de México, pero el fenómeno se fundamentó sobre todo en mensajes en redes y en hechos falsos que circularon de boca en boca perdiendo sentido como si de un juego de teléfono descompuesto se tratara.
Alrededor de las 2 de la tarde, cientos de personas en las delegaciones Azcapotzalco y Gustavo A. Madero se preparaban para una tarde de venta en las distintas romerías y ferias que se establecen en estas fechas con motivo del Día de Reyes y que, ante la severa situación económica por la que atraviesa el país, significan un aliciente en los bolsillos de los comerciantes de toda clase de mercancías.
Justo a esa hora otras personas se disponían a comer o a comprar los alimentos que prepararían, tal fue el caso de la señora Alejandra J., vecina de Azcapotzalco y quien en ese momento compraba en una pollería de la colonia Euzkadi, de dicha demarcación, cuando el caos surgió.
“Ya vienen los vándalos, están saqueando el mercado de la Pro-Hogar porque no pudieron con el Walmart de Cuitláhuac”, le dijo el encargado del negocio y quien tras atenderla, decidió cerrar.
La señora, ama de casa de 62 años, corrió a su casa, espantada y con la esperanza de hallar en el camino a su hija María, una comerciante que en esos momentos debería estar vendiendo sus productos. Mientras llegaba a su hogar, vio cómo otros negocios cerraban: una carnicería, una fonda, dos tiendas y un negocio de artículos de limpieza.
Por fortuna para ella, su hija llegó a casa poco después, expresándole los mismos temores y afirmando que “había balazos” y “los malandros estaban robando”. No fueron las únicas en creer esto y en esparcir el rumor entre los conocidos.
Decenas de personas fueron vistas corriendo por las calles de la colonia Pro-Hogar, también en Azcapotzalco, donde se afirmaba que el mercado, considerado el más grande de la delegación, estaba siendo saqueado y los ladrones pronto entrarían a los demás comercios, por lo que fue cerrado por alrededor de una hora y algunos comerciantes tomaron palos como defensa ante la supuesta amenaza.
Fue así que tortillerías, tienditas, cafeterías, panaderías y demás establecimientos bajaron sus cortinas ante el temor de lo que sus locatarios más tarde definirían como “porros”, “saqueadores”, “encapuchados”, “ladrones” y hasta “granaderos”, todos ellos sin un rostro y sin haber sido vistos por nadie en la colonia.
“Cerré porque dijeron que venían los porros”, dijo José, quien atiende una cafetería. A él se unió Agustín, un vendedor de pan quien corrió la voz de que “venían los porros del Poli”, hecho singular si se toma en cuenta que los estudiantes del IPN se encuentran de vacaciones.
Por su parte, Fele, encargada de una tortillería, señaló que ella sólo corrió y se escondió, pero no sabía de qué y regresó más tarde porque “tenía mucha masa y había que trabajar”.
Las versiones variaban y al entrevistar a distintos comerciantes de la zona se pudo llegar a una conclusión: nadie sabía de dónde surgió el rumor, perdieron la ganancia de un día de trabajo y ni siquiera tenían conocimiento sobre de qué huían, lo único real fue que la ola de rumores se expandieron como la pólvora y lo que comenzó entre las colonias Panamericana, en la Gustavo A. Madero, Pro-Hogar y Euzkadi, en Azcapotzalco, pronto llegó más lejos. Los comercios que se ubican sobre avenida Ceylán (colonia Cosmopolita) también bajaron sus cortinas y pronto ocurrió lo mismo en la Nueva Santa María, mientras que en el Walmart Cuitláhuac, a donde a través de redes se había citado a un saqueo para este miércoles a las 7 pm, algunos granaderos custodiaban las entradas como “medida de prevención y seguridad.
https://www.facebook.com/operacionesespecialesmexico/videos/1744476169204288/
“Nosotros íbamos a comer y vimos mucha gente corriendo y vimos a una de nuestras compañeras en la calle y la metimos rápido al coche, pero, la verdad, no sabíamos ni qué pasaba ni qué era lo que provocaba el miedo, pero era todo un caos”, confesó Manuel Escobar, un veterinario de la zona.
“Es una estrategia del Gobierno que manda a su gente para distraer”, agregó Ana Mendoza, una de sus compañeras.
Y es que a pesar de que los hechos violentos y saqueos en la zona fueron contados, el pánico se apoderó de las calles, donde apenas un día antes se había registrado un conato de enfrentamiento entre policías y mototaxistas, quienes protestaban en una gasolinera de Avenida Vallejo contra el gasolinazo.
https://youtu.be/_NLcvYO9t_4
A pesar de que el miedo no tenía rostro y estaba prácticamente infundado, sólo algunos pocos de los entrevistados consideraron que todo se trató de un “chisme”.
Joaquín, un locatario del mercado de la Pro-Hogar donde ha vendido desde hace 40 años, dijo que sólo los “huevones cerraron”, pues absolutamente nada pasó, mientras que Marco e Hilda, vendedores de calzado y artículos varios indicaron que todo fue “un chisme” y parte de la “rumorología”.
A su opinión se sumó Mariano, otro comerciante que pese a los rumores prefirió quedarse en su local para seguir en sus labores:
“Yo ya sabía que era mentira, para qué me voy, tengo que chambear”, dijo mientras preparaba los tamales que vendería más tarde.
Aunque las cosas en esta colonia poco a poco volvieron a la normalidad y las filas en los comercios se hacían interminables, como si de compras de pánico se tratara, en otras zonas la situación alarmaba a los vecinos. Por ejemplo, en la tienda Soriana de Pabellón Azcapotzalco, ubicada en la avenida Aquiles Serdán, se registró un saqueo ante el que poco pudieron hacer los agentes de seguridad.
En tanto, en el Oxxo ubicado a un costado del Walmart Cuitláhuac, se registraron actos vandálicos que asustaron aún más a los habitantes.
También este día hubo saqueos en los municipios mexiquenses de Cuautepec, Tlalnepantla, Nicolás Romero, Atizapán de Zaragoza y Texcoco, donde se registró el robo hasta de ‘Gansitos’ de un camión de Marinela.
Y aunque estos hechos demuestran que sí existen saqueos, robos y vandalismo, son pocos en comparación con lo que se afirmaba en las redes, donde se ha tergiversado información, y con los rumores que daban cuenta de actos fuera de serie. Según datos del gobierno capitalino, hasta las 9 pm de este miércoles se habían registrado 14 robos a tiendas y 16 bloqueos en gasolineras; además, 11 grabaciones y mensajes falsos y seis convocatorias de saqueos, pero parece que estos últimos tuvieron más peso en algunos sectores. Esto atiende a un caso de histeria colectiva.
De acuerdo con la psicóloga Pilar Martínez, este fenómeno se suscita cuando “los individuos presentan ansiedad o estrés sin que esté justificado en su persona, sin que hayan vivido un episodio que justifique el estrés”.
Debido a que esto se ha vivido en los últimos días en la CDMX y en el Edomex, la especialista recomienda:
-Permanecer atentos a la información sustentada.
-De ser posible, mantener contacto con familiares.
-Contar con líneas de comunicación abierta.
-No dejarse llevar por rumores.
En este sentido, las autoridades capitalinas también solicitaron a la población no creer en los rumores y aclararon que no hay toque de queda, asimismo, indicaron que el transporte público funciona con normalidad.
Mientras las movilizaciones continúan, varias interrogantes se mantienen en el aire: ¿quiénes están creando el caos? ¿Quién propaga los rumores? ¿Quién gana generando pánico? Interrogantes que tienen varias posibles respuestas según los internautas, y a la vez ninguna, lo único palpable es el hecho de que la apatía de los mexicanos parece ir quedando atrás, pero, lamentablemente, se están desvirtuando las acciones, cayendo en el vandalismo y el robo y eso, eso no nos ayudará a mejora la situación actual de México.
*La mayoría de los nombres han sido modificados a petición de los vecinos por cuestiones de seguridad.
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