Especialista destacan la necesidad de acciones con miras a largo plazo
Pemex ha reportado que las pérdidas por estas tomas clandestinas ascendió a 30 mil millones de pesos en el 2016
Recientemente, el estado de Puebla ha destacado por la problemática del robo de combustible a través de tomas clandestinas, sin embargo es una actividad que se lleva a cabo en distintos puntos del país, y cuyo combate, de acuerdo con especialistas, no ha sido eficiente.
La administración del Presidente Enrique Peña Nieto reporta niveles de robo de combustible sin precedentes, y el despliegue de 3 mil elementos a Puebla, es un esfuerzo inútil para cumplir con objetivos de largo plazo en el combate a este delito.
De acuerdo con Édgar Cortez Morales, investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia A.C (IMDHD), “las autoridades más inmediatas podrían estar omitiendo su responsabilidad de denunciar, pero también pareciera que las policías tanto federales como estatales están omitiendo trabajos de inteligencia”.
Más allá de la fuerza pública, se necesitan políticas de prevención, detenciones resultadas de la investigación y una política social consistente, detalló el investigador
Agregó que “si sólo hay reacciones reactivas de corto plazo me parece que vamos a seguir viendo este crecimiento exponencial del delito. Ningún asunto de delincuencia organizada se resuelve con una acción única”, dijo Cortez.
De acuerdo con el informe anual de Pemex 2016, rendido a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), se detalla que la empresa productiva del Estado selló 6 mil 873 tomas clandestinas en 2016, 613 más que en el 2015.
A nivel estatal, el Gobernador de Puebla Antonio Gali Fayad anunció que la Fiscalía estatal investiga a empresarios, presidentes municipales, gasolineras y también, a “quien echa aguas”, por las numerosas tomas clandestinas.
“El Bukanas” y “el Toñín”, son las dos bandas identificadas que operan en el “Triángulo Rojo”, compuesto por los municipios de Acatzingo, Palmar de Bravo y Quecholac, aseguró el Secretario de Seguridad Pública, Jesús Morales Rodríguez.
El municipio de Tepeaca reportó 352 tomas clandestinas, seguido por Palmar de Bravo con 283 incidentes.
En el 2010, Puebla reportó 38 tomas clandestinas, un número que al finalizar el 2015 ascendió a 785.
Entidades como Veracruz reportaron 90 robos en el 2010, y 337 al finalizar el 2015.
El incremento de las tomas clandestinas y la complicidad de los pobladores se debe a que las bandas criminales han optado por la inclusión de miembros de su población en estas actividades, contratando a locales para realizar una serie de funciones como halcones, guías y ayudantes, o bien dejando un beneficio económico para la población.
“En situaciones de desigualdad, los huachicoleros encuentran un tejido social que no llena la política, y les permite a ellos suplir y generar lealtades comunitarias. Eso ha pasado con el cultivo y tráfico de drogas, secuestro y robo de vehículos, porque al fin de cuentas las personas ahí ven la posibilidad de mejorar sus ingresos”, dijo Cortez.
Las ganancias de este negocio suelen ser cuantiosas, tan sólo en Guanajuato se detectó una banda encabezada por el ex agente de la Policía Federal Carlos Alberto Fernández Montejo, misma que fue capturada en enero del 2015, y generaba 30 millones de pesos al mes.
Pemex ha reportado que las pérdidas por estas tomas clandestinas ascendió a 30 mil millones de pesos en el 2016.
Fuente: Sin Embargo
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