La acusada enfrenta ocho cargos por los que podría pasar 20 años en la cárcel
Una joven mexicana de 26 años fue llevada a EU con engaños, misma que terminó obligada a tener relaciones sexuales con desconocidos, a trabajar sin paga y a dormir en el suelo
Una mujer de 47 años que vive en Florida, en Estados Unidos, aceptó su culpabilidad después de esclavizar sexual y laboralmente a una joven mexicana que trajo ilegalmente desde México con la intención de que su novio la inseminara y así poder tener un bebé con él.
De acuerdo con el fiscal federal W. Stephen Morrow, la acusada, Esthela Clark, residente de Jacksonville, se declaró culpable de los cargos de los que se le acusa y podría ser sentenciada a 20 años de cárcel.
Esthela Clark también es de origen mexicano, y admitió haber pagado 3 mil dólares a “coyotes”, a finales de 2012, para que trajeran a la joven de 26 años, con la intención de que fuera la madre subrogada del hijo que quería tener con su novio y le prometió que el embarazo sería supervisado por doctores profesionales.
A pesar de esto, el plan no resultó como lo había prometido, ya que Clark abusó de la joven física y psicológicamente, obligándola a trabajar sin paga, señalaron las autoridades.
Sumado a todo esto, en los documentos oficiales se dio a conocer que Clark intentó inseminar a la joven en diferentes ocasiones, utilizando metodologías “no médicas”, como
“Metodologías no médicas de inseminación” poner a la víctima inyecciones del esperma de su novio que previamente obtuvo de condones. Esto tenía lugar entre tres y cuatro veces al día en los períodos en los que la víctima estaba ovulando.
“Una vez que esos esfuerzos no funcionaron, Clark forzó a Y.L. (siglas con las que se identificó a la joven) a tener sexo con completos desconocidos a través de amenazas de fuerza y coerciones”, aseguró en su declaración Ashley Wilson, la agente de la oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) que investigó el caso.
Después de que la joven mexicana llegara a Estados Unidos, Clark le confiscó todos sus documentos de identidad, lo cual fue utilizado para amenazarla para “mantener a Y.L. en un estado perpetuo de esclavitud involuntaria y trabajos forzados por más de dos años”, acusan los documentos del caso.
Este caso fue dado a conocer gracias a que la joven mexicana conoció a un mujer en una iglesia, a quien finalmente terminó contándole cómo era obligada a tener sexo, a dormir en el suelo y a alimentarse solamente de frijoles.
Por si fuera poco, Clark intentó recuperar el dinero que pagó para traer a la joven de manera ilegal a Estados Unidos.
Actualmente, Esthela Clark se enfrenta a un total de ocho cargos, entre los que está animar a entrar ilegalmente a un ciudadano extranjero, traerlo ilegalmente al país, albergar a una indocumentada, trabajos forzados, peonaje, servidumbre involuntaria, trabajo forzoso, tráfico sexual comercial y conducta ilícita con respecto a documentos.
Lee la nota completa en Univisión
Sé parte de la conversación