“El Ministerio de Economía debería llamarse Ministerio de la Miseria, ya que al Ministerio de la Guerra no se le llama nunca Ministerio de la Paz”.
Jacques Prévert
Si bien la economía mexicana sigue contrayéndose, el gobierno de Enrique Peña Nieto es optimista respecto a un repunte a corto plazo. Muchos se preguntan si habrá un cambio profundo en la política económica del país.
El secretario de Hacienda mexicano, Luis Videgaray Caso no parecía irradiar precisamente tranquilidad durante el encuentro de banqueros del BBVA Bancomer, una de las instituciones financieras más importantes del país. Hace unos meses, el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto corrigió el pronóstico de crecimiento económico de México hacia abajo, de un 3,9% a un 2,7%. Antes, ya el Banco Central de México había publicado datos que predecían un crecimiento menor que el esperado.
La economía mexicana creció en 2014 solo en un 1,1%, y las cifras para el año en curso siguen siendo poco prometedoras, en especial si se las compara con las de países como Perú o Colombia. Sobre todo, porque se esperaba que las reformas estructurales promovidas por el Gobierno de Peña Nieto, y elogiadas por sectores conservadores de la prensa –como, por ejemplo, la apertura del sector energético al capital privado, la liberalización del sector de comunicaciones, así como la reforma impositivo-financiera- trajeran al fin el necesario impulso para un verdadero repunte.
Sin embargo, luego de un lanzamiento anunciado como la panacea a todos los males, las medidas de Peña Nieto parecen haberse estancado debido a males crónicos que afectan desde siempre a la economía del país hispanohablante más poblado del mundo. Esos males fueron acentuados todavía más por las declaraciones de Vicente Rodero, director general del BBVA Bancomer, quien señaló que el anhelado “momento mexicano” se había esfumado en 2013 y en 2014. Si bien las condiciones macroeconómicas eran las esperadas, la corrupción y el crimen organizado impedían que la economía experimentase una mayor recuperación.
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