Por Pablo Montaño
Esta semana, México sumó nuevos contendientes para la carrera presidencial de 2018, para alegrarnos y hacernos patente que no todos nuestros indicadores van a la baja, tenemos dos nuevos entusiastas. Se trata de Emilio Álvarez Icaza (independiente) y de Silvano Aureoles (PRD), para objeto de esta columna y por razones de sentido común, solo me centraré en la primera, Silvano debe tener un magnífico sentido del humor que contrasta violentamente con su sentido de la realidad, bien por él.
Con la iniciativa “Ahora” se destapó el que antes fuera presidente de la Comisión de Derechos Humanos del DF y secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con ello reaccionaron los círculos de la izquierda mexicana, y desde sus redes llegaron críticas, memes, desaprobación y en algunos pocos casos mesurado entusiasmo. Y es que entre la izquierda abunda el pánico ante una potencial división del voto; acostumbrados a la derrota, se pretende seguir un manual de normas no escritas que aumenten la posibilidad de victoria. Cual equipo de segunda división de futbol, llenan su salida al campo con amuletos y rutinas supersticiosas; así, la izquierda tiene como fundamento suprimir la crítica al caudillo, impedir cualquier potencial división del voto y tolerar sin esperar explicación.
Se equivocan aquellos que ven como enemigo a todo aquel que disienta o que no esté de acuerdo en todo y a pesar de todo. Este sectarismo y la reprobación de toda crítica a AMLO y a Morena, es precisamente lo que permite la existencia de innombrables dentro de su estructura; como Monreal y sus recientes y antiguos escándalos de corrupción o el mismo Bartlett que en 1988 le avisaba al país que el “sistema” se había caído, irónicamente condenando a la izquierda de aquel entonces. Pero ésta y todas las (desafortunadamente) muchas izquierditas mexicanas, están necesitadas de crítica y confrontación, de personas y movimientos que cuestionen sus tibiezas y las concesiones a un sistema que desaparece presupuestos y personas con igual impunidad. No son tiempos para la ciega unidad sino para proyectar un país diferente, y si la candidatura de Emilio y la iniciativa de Ahora abonan a elevar el nivel de nuestra precaria discusión de país, será muy bienvenida.
@Pabloricardo2
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