El excandidato presidencial nació un 10 de febrero
En el aniversario del PRI dio un discurso en el que hacía fuertes críticas a su partido, 17 días después lo asesinaron
Un día como ayer pero de 1994 nació Luis Donaldo Colosio , quien fue candidato a la presidencia por el Partido de la Revolución Institucional (PRI) en 1994. Durante la celebración de los 65 años de la fundación del PRI, hace casi 23 años, con el sol sobre su cara, traje obscuro, una corbata de rombos y la convicción de que decía lo correcto, Colosio dio el discurso más importante de su campaña.
Era el 6 de marzo de 1994 y el excandidato reconoció la labor del PRI en la construcción de las instituciones del país, peo, de igual manera, habló de las prácticas de concentración de poder, de la corrupción e impunidad en el partido.
Se dirigió a los priistas, pero, sobre todo, le habló a los mexicanos.
Sus palabras fueron resultado de un largo trabajo de él y sus colaboradores durante un mes. Desde febrero, Javier Treviño, Cesáreo Morales y Samuel Palma se reunieron con el candidato. Con el mensaje se pretendía relanzar la campaña presidencial.
Colosio tenía muy claro lo que quería decir. Treviño, Morales y Palma trabajaban en el discurso todos los días durante horas.
Cuando el texto llegaba a manos del candidato, él lo tachonaba, le hacía correcciones, escribía nuevas frases, hablaba de cómo quería que fuera el tono, cuáles eran las ideas más relevantes, cuál era el estilo. Debía reflejar su proyecto para renovar las anquilosadas estructuras priistas.
“Hicimos muchos borradores del discurso del 6 de marzo, no sabes cuántos tachones le ponía y le quitaba, él lo trabajo durísimo. Revisó cada palabra, cada letra de ese discurso”, recordó Javier Treviño.
Colosio quería explicar no sólo qué y cómo habría cambios en México, se tenía que explicar el porqué.
Treviño dijo que redactar un buen discurso es como elaborar una obra de arte, por la complejidad al construir las frases, darle profundidad y sentido.
Finalmente, el texto constó de cuatro partes. La primera muy priista:
” Aquí está el PRI que reconoce los logros, pero también el que sabe de las insuficiencias, el que sabe de los problemas pendientes”, fueron las palabras que retumbaron en las bocinas colocadas en el Monumento a la Revolución.
Después, un diagnostico de los problemas del país:
“Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla.
“De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales”.
También se refirió, en este punto, a la difícil situación del país y habló del levantamiento zapatista.
En la tercera parte, su propuesta de reforma del poder:
“¡Es la hora de cerrarle el paso al influyentismo, a la corrupción y a la impunidad! Es la hora de la Nación”.
Por último, hizo un llamado a cerrar filas, a construir un proyecto de nación que tuviera como piedra angular el “cambio” para renovarse.
Colosio y su equipo querían cambiar la historia con el discurso que redactaron.
Después de que el sonorense habló durante casi una hora a los priistas ahí reunidos, algunos mostraron sorpresa, otros levantaron las cejas; pero entre la base de la militancia, es decir lso mexicanos general, las palabras fueron recibidas con mucho ánimo.
Diecisiete días después, Colosio fue asesinado.
Fuente: Milenio
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